martes, 24 de febrero de 2015

Birdman: (La inexplicable virtud de la ignorancia).

Dirigida por el mexicano Alejandro González Iñarritu, la historia del hombre pájaro aterriza en la cartelera porteña este jueves, mientras marcha camino a la alfombra roja en la que reñirá con gigantes de la pantalla por el premio a Mejor Película entre otras nueve nominaciones.

A una semana de la entrega de los premios Oscar se estrena la última película del mexicano que modelara en cinta tantos amores perros en tiempos de amores líquidos en la torre de Babel, sopesando el alma en 21 gramos.
Llama la atención la inclusión de Birdman en la terna de mejor Película, y no por el hecho de que su creador sea el primer cineasta mexicano en ser nominado por  la Academia de Hollywood a Mejor Director; sino porque se diferencia en la galería de  biografías variopintas de pesos pesados que la componen: desde “The imitation Game” con la biografía de Alan Turing, “Selma” que relata el sueño de ni más ni menos que Martin Luther King, pasando por la vida y obra de Stephen Hawkings en “The Theory of everything” hasta la de un fanático enfermo en “El Francotirador”.





 Si bien es posible encontrarle el cariz biográfico al filme, al igual que a “Boyhood”, “Whiplash” y “Hotel Budapest” si nos lo propusiéramos, la propuesta de Iñarritu pareciera ser otra de un atractivo solo equiparable al de su guión (escrito por los argentinos Nicolás Giacobone y Armando Bo conjuntamente con Alexander Dinelaris y el mismo Iñarritu).
Birdman es más que la historia de un personaje. No es la historia de un héroe, ni la de un antihéroe. No es tampoco la de un líder o de la un genio iluminado que con introducción, nudo y desenlace escupe su lineal existencia en el tiempo y espacio que nos separan desde la butaca a la pantalla. Por el contrario, Iñarritu le colocó a Michael Keaton las alas para que alce vuelo y nos cante desde lo sombrío de la azotea de su conciencia, el soliloquio de la vida de Riggan Thompson: el actor que durante tres películas encarnó a un superhéroe marketinero que no lo deja ser el protagonista de su vida real.
Cansado de los éxitos de taquilla, y del olvido de un mundo que cotidianamente no recuerda a nadie, decide saltar a las tablas para alejarse del personaje que omnipresente lo ha convertido en el extra de sus días. Decide adaptar rudimentariamente entonces, una obra de Raymond Carver, y tal vez en el intento de darle verosimilitud a la ficción de su circunstancia y trascender, encarnar al protagonista de “De qué hablamos cuando hablamos de amor”. La obra es compleja, y yuxtapone las miserias del autor con las propias, y es de un realismo tal que hará que dada su banal percepción de las cosas se sature, para superarlo después.
El elenco que ha elegido (entre los que se encuentran los nominados Emma Watson y un inmejorable Edward Norton) y debe dirigir, será quien detrás de bambalinas en el devenir de los ensayos y los roces propios de humanidad a los que Riggan se ha desacostumbrado, encarrile al protagonista y haga del prototipo de onanismo ilustrado que los dirige, uno en condiciones de responder desde el proscenio a la pregunta del autor: ¿De qué habla cuando habla de amor?
El humor y la lisergia abundan, y los diálogos ácidos a cada minuto preparan el campo para quienes no están preparados para las altas dosis de realismo que el mexicano ha sabido adoptar del espíritu carvesiano deviniéndolo mágico.
Para la travesía no hará falta demasiado, y no hay que temer. El único miedo válido será el mismo profesado por Carver, quien temía a “que el presente tome vuelo”.



FICHA TECNICA:
Película: Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia).
Título original: Birdman or (The unexpected virtue of ignorance).
Dirección: Alejandro González Iñárritu.
Interpretación: Michael Keaton (Riggan), Zach Galifianakis (Jake), Edward Norton (Mike), Amy Ryan (Sylvia), Emma Stone (Sam), Naomi Watts (Lesley), Andrea Riseborough (Laura).
Año: 2014. País: USA. Duración: 119 min.
Género: Comedia dramática.
Guion: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris y Armando Bo.
Producción: Alejandro González Iñárritu, John Lesher y Arnon Milchan.




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