jueves, 5 de febrero de 2015

The Imitation Game: el enigmático caso de Alan Turing

Candidata a ocho premios Oscar incluyendo la estatuilla por Mejor Película, “The imitation game” retrata a un atormentado Alan Turing: el matemático londinense que en la Segunda Guerra Mundial, a fuerza de mensajes decriptados, inteligencia artificial y el impulso indómito de un solitario, arrancó a millones de personas de la muerte. 



Ser parte de un secreto puede tornarse misterioso. Camuflar la verdad hasta encontrar la forma de abrazar la omisión, puede tomar dimensiones lúdicas y el silencio puede convertirse en parte del juego.

Estalla la Segunda Guerra Mundial y un demonio lidera las filas armadas que marchando se adueñan de la tercera parte de Europa. Los caminos se pueblan de cadáveres y es imposible adivinar los planes de un universo que se desangra por cada costado.

Desde la clandestinidad estratégica Real en Londres, Alan Turing (Benedict Cumberbatch) es invitado a ser parte de un secreto. El secreto que llevará cordura a la sinrazón, y con justeza cortará con tanta violencia de raíz. Un secreto que oculta otros en forma de crucigrama. Un secreto que suena a ese agresivo alemán que prolifera en cada estación de radio, pero por sobre todo uno que no trascenderá ni aun cuando triunfante se alce con la paz de naciones enteras. 

Con la misión de descifrar el código Enigma que encripta los mensajes nazis, pone a disposición del mundo su genio, inventa la máquina que descifra el código de las transmisiones y hace lo que mejor sabe hacer: esconde la verdad. Y es que su existencia completa es un enmarañado disfraz. La sombra excéntrica que lo acompaña, es la carga que debe llevar. Consigo tiene la esperanza de medio planeta, y la incisión de sus deseos que le dicen que por fuera de las convenciones establecidas sigue siendo homosexual y no puede demostrarlo. 

Es loable la labor de Benedict Cumberbatch en el papel de Turing, y muy merecida la nominación que lo acerca a alzarse con la estatuilla por Mejor Actor, al igual que la de la nominada a Mejor Actriz, saliendo un poco del personaje Brönte, Keyra Knightley.

Brillan en las aristas de la personalidad del matemático con el sostén del insoslayable guión, los colores y matices que Cumberbatch ha sabido con esmerada sofisticación legarle a este personaje seductor que esconde su alarido bárbaro existencial a la humanidad que no acepta a su héroe tal como es.

Tal vez y, en palabras de Yeats, para el mundo: “ Sólo lo que no enseña, lo que no grita, lo que no condesciende, lo que no explica, sólo eso es irresistible”. Debió sentirse confundido y preso de la resignación, cuando después de haber callado tanto, no pudieron perdonarle tan poco.



FICHA TÉCNICA:

Dirección: Morten Tyldum. Guion: Graham Moore, basada en el libro "Alan Turing: The Enigma", de Andrew Hodges. Fotografía: Oscar Faura. Música: Alexandre Desplat. Edición: William Goldenberg. Diseño de producción: Maria Djurkovic. Elenco: Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Matthew Goode, Rory Kinnear, Matthew Beard, Charles Dance, Mark Strong .Distribuidora: Diamond Films. Duración: 113 minutos. Calificación: apta para todo público.

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