domingo, 26 de agosto de 2012

Héroes que van al super

En la cola interminable de hormigas parlantes; semi recostada en el carrito mientras me encuentro en la agonía de la espera por pagar aquello que debo consumir, desearía poder teletransportarme hasta casa con el carrito incluido. Las bolsas pesan una enormidad, y la cajera tiene cara de no haber consumado sus relaciones hace bastante: ahora quisiera ser invisible y levantar las cosas con la fuerza de un dedo. Quisiera ante lo mundano y fútil de mi existencia en este fucking supermercado trasnacional ser una superheroìna.
Quisiera por un momento hacer como estos tipos que el imaginario colectivo inventó, y unos suertudos patentaron. Quisiera salir vestida completamente en un cómodo traje de plástico ridículo sin que nada, ni nadie me importune. Quisiera luchar por lo que está mal o llevarlo hasta el infinito cuando las circunstancias lo justifiquen. Quisiera ser uno de esos seres especiales, aunque humanos; que no hacen la diferencia sólo cuando dan el asiento en el colectivo. Quisiera salvar millones, quisiera ser más, vivir más.
Los super héroes (cuya denominación es marca registrada de Marvel) o héroes; representan a través de sus poderes y sus dones; el leit motiv, las ansias y deseos de muchos mortales. 
Hay quienes desearían ser, muchas veces y en repetidas ocasiones, el Hombre Invisible para verse librados del bochorno o de la presión social de ciertas reuniones, y porqué no para de paso espiar por detrás de los protocolos de lo establecido. Otros como Superman preferirían tener Visión de Rayos X para espiar a las señoritas por debajo de la ropa o ser de a ratos el Hombre Elástico para mejorar la performance amatoria. Teletransportarse cual mutante al mejor estilo de Wolverine puede volverse tentador a la hora de evadir los paros de transporte. Goku, quien adquiere los más diversos colores y formas, engullendo todo lo que lo rodea sin culpa y sin adquirir ni un kilo ni una arruga de más tornándose más joven cada vez, sería sin dudas un caso de estudio para la industria de la estética. Aquellos que vuelan, como Superman; son sin dudas los más envidiados. Volar, sin la necesidad de armatostes ni de hacer el chek-inn en uno de esas molestas rutinas pre despegue en el avión; volar sin mediaciones; a cualquier hora, en cualquier lugar; por la sola voluntad de despegar los pies del suelo es una utopía que en sueños nos visita a muchos. Pero si hay algo que todos los superhombres que nos supimos inventar saben hacer, es en las contradicciones del tiempo, luchar contra lo que se nos aparece como injusto: bajo la capa, los músculos, los sùperpoderes, la ausencia del miedo, y la tecnología de avanzada; hay un tipo con debilidades, sentimientos, y con una historia que lo interpela y lo define (cualquiera sea su origen), como un alguien que un día decidió ser otro. 

Desde Superman y Thor con su historia algo inhumana, Wolverine con sus mutaciones geniales a cuestas, Spiderman, Los 4 fantàsticos, Flash, Hulk y el Capitàn Amèrica que son productos de un experimento científico; hasta Batman que es un simple mortal al que no beneficiaron con sùperpoderes pero supo muñirse de armas con increíbles niveles de tecnología (nota de autora: confieso es mi favorito y no precisamente por ser huérfano, sexy y multimillonario); todos ellos asumieron frente a su historia y frente al curso de la irremediable levedad del ser, el protagonismo de un rol que frente al fruto de nuestras creaciones tuvieron que inventarse. Son hijos de nuestras mismas justificaciones frente a la realidad que nos sacude descarada, a veces como insultándonos y a veces como invitándonos a salir con la capa y escudo a las aceras de la vida.
Me pregunto ahora qué pasaría, si frente a cada incertidumbre, frente a cada vicisitud; en lugar de aguardar a que alguien con una pluma invisible nos dibuje un traje modernoso o por lo menos nos muna de una dosis de paciencia inverosímil; tomáramos nuestras mejores armas, nuestros mejores y humanos sùperpoderes e hiciésemos justicia; nos convirtiéramos en el protagonista cada día y tomáramos las riendas de la historia. 
Ser un otro de vez en cuando no debe ser tan malo, tal vez desde la clandestinidad de nuestras conciencias y sin llamar demasiado la atención; tal vez sin los trajes de colores, sin las armas, sin los poderes, en la vulnerabilidad de un yo que quiere dar más de sí, en un intento por ser un superhéroe mortal, con sus virtudes y sus defectos, de ser un superhombre con obligaciones, de convertirse en un héroe que en la cotidianeidad mientras batalla contra los terrenales enemigos se puede hacer un tiempo, hasta para ir al supermercado.

jueves, 16 de agosto de 2012

Los amores imaginarios

Subiendo al colectivo está el galán; ése que se sabe nunca nos va a pertenecer. Se viste maravillosamente bien, huele aún mejor, los zoquetes le combinan demasiado con los mocasines y de seguro es gay. Pero el masoquismo tal vez, o el deseo de nunca ser correspondido hacen que desde que sube en Tribunales hasta la parada en la que se baja una se imagine meciéndose en sus brazos. No lo conocemos. Desconocemos si domina el idioma castellano, si es fronterizo, si le tiene fobia a las arañas, si es pasivo o activo, si usa hilo dental, si es de All Boys o de Chicago, pero allí estamos otra vez flotando en el limbo: es abogado, por eso sube en Tribunales, huele rico y se viste bien porque es de clase media alta, acomodado pero no aristócrata; debajo del saco debe esconder la remera del Che, domina seguro dos, tres idiomas, y nuestros hijos serían bellos, es muy apto para procrear… ¿Para qué nos sirven los amores imaginarios?
Abundan, hasta diría sobran las historias a través de todas sus manifestaciones del arte; (porque sobran las canciones, las películas, las novelas, y hasta las pinturas) en las que el amor triunfa y la chica rica que conoce al chico pobre son felices y comen perdices (que a esta altura del partido ya no sabemos bien qué son pero se las comen)…el ciego recupera la vista, la lisiada se levanta y anda; y el amor y los pajarillos de colores que somewhere over the rainbow vuelan, nos dan un vuelco color de rosa. Cada una de las cuatro mujercitas después de los padecimientos se ubica con un hombrecito y la Bestia por una especie de milagro pierde los pelos, se convierte en un príncipe y conquista a la Bella.
Nos desbordan también las historias que nos dan un bocado más de realidad, con pasión arrebolada; pero no son más que páginas tristes, desgarradoras en las que el amor no solo no resulta triunfante sino que además se jacta de hijo de puta. El chico pobre es rechazado por la chica rica por andrajoso, la ciega pierde los ojos y a la lisiada le amputan las piernas, Romeo y Julieta siguen separados por el fucking balcón y hasta deciden suicidarse de a uno para poder dar rienda suelta a su amor, Quasimodo y Esmeralda no pueden unirse sino en la tumba; y Florentino Ariza alcanza con la punta de los dedos al amor de Fermina Daza pero sólo después de 53 años, 7 meses y 11 días con sus noches; cuando ya está en una edad en la que no pueden dar rienda suelta a sus pasiones.
Las hay trágicas y encantadoras, las hay desgarradoras y maravillosas porque a través de la historia como si sufriésemos de una eterna bipolaridad no se nos enseña los términos medios. Hay puntos blancos, como los hay negros. Más allá está el gris, pero nunca, nunca conviven. No puede en las viñas del señor existir una historia con los matices de los tres. 
Ésta puede ser acaso una invitación a la celebración de las historias que nunca son ni serán. No las historias con punto y aparte; ni tampoco las de punto final. Es una invitación a brindar por los amores imaginarios. Amores que duran segundos, tal vez días, tal vez un mes. Amores de puntos suspensivos. Enamoramientos que carecen de toda lógica cinéfila: no hay un galán que va a comprar a la tienda el mismo disco que la señorita a la que segundos más tarde está besando al ritmo de la canción del disco que, por obra de la misteriosa mano del dios hollywoodense que todo lo puede, eligieron al unísono con sonrisas de dientes perfectos.
Los amores imaginarios son la fantasía cotidiana que desde niño acompaña a quienes se especializan y diría, sin pretensión de rigurosidad alguna, se profesionalizan en el amar al amor. Quienes se enamoran imaginariamente cultivan desde antaño y largamente el culto profético del amor. AMOR entendido al ritmo de los boleros mexicanos que derriten, mientras las manitas tocan los copos de nieve aunque en Buenos Aires haga un clima tropical. El amor entendido como ese algo que algunos nos hicieron pensar que era de a dos. Ése que alguna vez hasta con leyendas griegas de dioses que separaban dos almas y las hacían desperdigar por el mundo con Eolo el viento que, empedernido, quería se volviesen a encontrar si el destino lo permitía. 
No debería sorprender a nadie el que haya en el globo millones de sentipensantes buscando la otra mitad, y completando los espacios en blanco del meanwhile que se llenan desde el primer deslumbramiento. La capacidad de imaginación de quien desea estar enamorado completa los requisitos que según el formulario imaginario de quien desea se candidatee a romperle el corazón en los segundos, minutos o días que dure el hechizo, debería cumplir. Así el amor a la vista puede ser viable, amable, simpático y hasta con aires de intelectual hasta en el momento donde lo imaginado se contrasta con lo real. Lo que en apariencia era soñado, quien en apariencia era Alain Delon con la guitarra de mariachi bajo la ventana recitando Baudelaire en perfecto francés; resulta ser un simplísimo y chato mortal que lo máximo y más interesante que puede esbozar es una idea acerca de las milanesas que se comió a la tarde (con foto incluida) o acerca de cómo empató su equipo el día anterior. 
Los sentipensantes aman la búsqueda por la búsqueda en sí. Aman el instante en que imaginaron en que el ideal podía llegar a ser real. Es discutible el hecho de lo fructuoso que puede llegar a resultar el vivir imaginando pero los amores imaginarios son así. No nos hacen más felices, ni menos mortales; nos caracterizan, nos significan y le dan sentido a una palabra que muchos esbozan y hasta en muchos idiomas, vaciándola de contenido: la palabra amor. Los amores imaginarios son entonces la calma al deseo de ser mucho más que uno en un mundo donde cada vez màs se nos enseña a la distancia a relacionarnos por separado. 
A pasos de distancia, a la vuelta de la esquina el amor puede esperarnos; para que en un parpadeo vuelva a desaparecer. Imaginemos. Qué más da!

Publicado en Revista Clarimonda: http://clarimonda.mx/edicion-33-especial-9-aniversario/

domingo, 1 de julio de 2012

Despierta Paraguay!!!!

Como en una película de terror, Paraguay vio hace ya un par de siglos truncar el sueño que devendría en una larga y horrible pesadilla. Antes de la Guerra de la Triple Alianza, en la que gustosamente las élites cipayas locales, conjuntamente con las de Brasil y Uruguay, contribuyeron en complicidad con los intereses por siempre colonialistas de Gran Bretaña; Paraguay era un edén entre las venas abiertas de una América Latina que no paraban de sangrar ante los avances imperialistas: con niveles de analfabetismo nulos como resultado de políticas de educación obligatoria y gratuita, sin deuda externa, sin desempleo, con políticas económicas que, a la vanguardia, desarrollaban un estratégico proteccionismo al resguardo de las industrias nacionales. Para cuando la nación comenzaba a abrir los ojos en un intento por disfrutar del paraíso, los intereses británicos contrapuestos desatarían el horror.
Durante seis años (de 1864 a 1870) lucharon estoicamente en una batalla por lejos desigual. Lucharon empuñando palos contra las armas de los enemigos. Lucharon los ancianos, lucharon las mujeres y lucharon los niños. La guerra vio ensombrecer al pueblo que había sabido brillar en su máximo esplendor; y cuando estaba comenzando a despertar le asestó una bofetada de la que recién se estaría comenzando a despertar.Con el exterminio del 60% de la población; la deportación como esclavos de unos tantos y las muertes por la epidemia que había dejado como consecuencia la guerra; la pesadilla había cobrado vida.
Harían lo suyo décadas infames (sin ser estrictamente literal) de largas y penosas dictaduras que acallaban aún más las voces los paraguayos que habían sabido ser tan libres. Ahora eran pocos y pobres y deberían soportar con el sudor de su frente los embates de los títeres de turno que uno a uno; entronizándose en el poder que lo sabe todo menos gobernar, silenciarían las canciones y las virtudes de una democracia popular que no hablaba el mismo idioma. Vestían las mismas ropas, usaban el mismo lenguaje; pero sus conciencias parecían ser de países lejanos que habían manchado para siempre la bandera de sangre tan colorada como la tierra.
Tras muchos años de desesperanza, del reinado dictatorial de los intereses terratenientes (expropiadores desde los primeros albores), Paraguay comenzó de la mano de Lugo a unirse al sentimiento latinoamericano que hermana actualmente a los países del continente, en un intento por libertarse de las ataduras tiránicas de los grupos económicos de poder que intentan bajo los lemas neoliberales de la defensa del status quo, retornar cual desesperante dèja vu a los tiempos en los que la Operación Cóndor elegía como escenario nuestras tierras. 
Lugo, desde los comienzos de su carrera política, se había declarado partidario del mejoramiento de la justicia, la salud gratuita y universal, y la recuperación de la soberanía energética; embanderándose con tendencias nacionalistas y enfrentándose al propiciar una Reforma Agraria con quienes serían sus principales enemigos, opositores del Partido Colorado. 
Siendo uno de los 2 países más desiguales de Latinoamérica (conjuntamente con Bolivia), y uno de los 10 países más desiguales del mundo, eran de vital importancia las medidas de la distribución de las tierras. Solo el 10% de la población paraguaya es poseedora del 66.4% de las tierras del país, que es junto con Brasil, una de las dos reservas mundiales de agua dulce más importantes del continente. El problema por el acceso a la tierra, se ha visto agravado además por el cultivo en aumento de la soja, que impacta directamente en los precios de las tierras que le hacen aún más dificultoso el acceso a las mismas por parte de los pequeños productores que apenas cultivan para obtener alimentos para su autoconsumo y para el abastecimiento del mercado interno. En un país tan rico es una paradoja criminal que aumenten los campesinos que no pueden acceder a su alimento.
No es casual entonces que los grandes monopolios, con los Monsantos, los Cargill, y las grandes oligarquías terratenientes que inclinan la balanza siempre para el mismo lado; se encontraran a gusto y no muy asombrados con la "destitución" de Lugo. Los sucesos acontecidos; en los que las lamentables muertes de 17 paraguayos, como resultado de la ocupación de la finca de un senador del Partido Colorado y su posterior y consecuente represión (los policías comenzaron la violenta represión que devino con la participación no declarada y estratégicamente disimulada por los medios de comunicación; del Ejército del Pueblo Paraguayo: organización terrorista opositora de Fernando Lugo) desataron la crónica del fin anunciado; donde el 21 de junio del corriente, alegando mal desempeño de sus funciones, el Parlamento Paraguayo aprobó la realización de un juicio político en el que se destituyó al día siguiente al presidente Fernando Lugo.
Si bien insisten desde los sectores conservadores, en caracterizarlo como una medida que dista de ser un golpe de Estado; la asunción de Federico Franco (ejemplar de los colorados) como producto de un juicio injusto (en apenas tres días, sin pruebas ni derecho a réplica alguno), y un gobierno ilegítimo en el que se argumenta que la no sublevación del pueblo lo constituye consentido por el clamor popular; el hecho se inscribe como otra de las páginas de la triste historia de un Paraguay que estaba empezando a levantarse.
América Latina está despertando. El Mercosur por una parte suspendió al Paraguay como miembro, y los países alertas fueron uno a uno sacando a sus embajadores en funciones del país.
El enemigo está cerca; hay que alejar a los fantasmas del pasado y no dejar que regresen.
Lo que nos resta es esperar. Esperar que los hermanos paraguayos despierten también. Que se reconozcan en ésos que supieron ser una vez; en esa Nación que solía ser ejemplo de muchos; en la Nación que solía ser el descanso de tantos; que alcen la vista y luchen con sus manos por la tierra colorada que necesitan hacer suya, que nos alcancen las manos y se unan en este abrazo fraternal que alguna vez le supimos negar. Paraguay nos necesita, no lo desoigamos.

domingo, 20 de mayo de 2012

Algo viejo, algo nuevo, algo azul?



Amaneces todos los días a la mañana, a la misma hora, desayunas lo mismo, el mismo apuro, el mismo tic- tac, subes al mismo transporte en la misma esquina, para llegar al mismo trabajo en el que te espera la misma gente; con la misma cara, las idénticas órdenes y la misma displicencia; sin pensar que alrededor de 7 mil millones de personas en el mundo están haciendo las mismas cosas, al mismo tiempo, con el mismo impulso, también sin pensar. Me pregunto entonces si habrá entonces posibilidades de cambiar el curso de las cosas; si será que de repente podamos levantarnos un buen y definitivo día en que los problemas se derritan como en la canción, como gotas de limón.
¿Hay algo que quede por inventar? ¿Realmente estamos eligiendo lo que en verdad queremos elegir; son opciones las que se nos presentan diariamente o son simplemente directrices del rumbo que desde algún punto macabro "unos tipos" quisieron hacernos caminar? Pareciera que sí, cuando cotidianamente desde algún punto esperanzador, los pequeños placeres cotidianos nos acercan a un estado de sopor en el que pareciera que no hace falta pensar; un intenso estado hipnótico en el que el desfile de escaparates en las vidrieras pareciera calmar esa angustia existencial, ese agujero que no tapa ningún pan. 
De acuerdo estamos en que sería triste todos los días percatarnos de que, desde el momento en que nacemos, nuestras posibilidades, como en una película de terror, fueron establecidas. Podemos jugar las cartas de diversas maneras, y alcanzar la mejor mano posible; pero las estrategias ya están previstas de antemano. Nos sentimos libres comprando la tv más grande, el perfume más bonito; y parafraseando al más lúcido Mark Renton, eligiendo quién ser los domingos en la tarde con el culo apoyado en nuestro mullido sillón. Los carteles de las autopistas, luminosos como si rezaran el credo de las mil y un recetas para la felicidad nos invitan a probar los bocados de realidad de una vida de la que solo podemos catar pedazos.
Just do it!, Hazlo chico! Compra la felicidad al alcance de tu bolsillo....nos tornamos cada vez más, mientras la rueda gira sin parar y al parecer en la misma dirección, en neanderthales sin garrote empuñando androides que reemplazan las humanas conversaciones que antes solían entretenernos. Tergiversamos palabras, malentendemos mensajes, entendemos cada quien lo que quiere entender. Todos estamos ocupados, sin saber para qué. Desvariados caminamos disfrazando las caras largas con el maquillaje que simula sonrisas y rodeándonos del arte que borra el ocaso de lo bonito. 
La soledad descansa todos los días sobre los teclados de millones que han desdibujado la compañía de los amigos, que le sacaron la magia, que reemplazaron los abrazos por emoticones vacíos y frases copiadas de la puerta de algún baño público. Antes la soledad era la simple ausencia de compañía. Hoy a la pobre la han hecho esconderse nuevamente en el placard. Con acceso a la web; todos parecieran devenirse en falsos Roberto Carlos; porque al mejor estilo del ganador al millón de amigos; todos apuestan. Apuestan acumularlos en sus perfiles, como si fueses piezas de un ajedrez del sinsentido. Están ahí, boyando en los límites de la sinrazón. De algunos nada se sabe, nada se recuerda, todo se ignora. El "todo bien" por respuesta reemplazó a la inabarcable cantidad de historias que surgían de los espíritus exaltados. Se les escapaban de la lengua, y brotaban por doquier frente a cualquier encuentro. Todo se burocratizó. Para ser amigo deben aceptar primero una solicitud, completar un par de preguntas, y diplomáticamente indicar que estás de acuerdo en algo que le gusta a un don nadie que tienes ahí cada tanto tiempo. Las relaciones dignas de una película de Fellini, con los platos voladores de porcelana, el llanto desgarrador y todo son reemplazados por un paradójicamente simple: "es complicado" al describir la relación con un estilo no muy distinto al utilizado al completar un formulario de alguna entidad bancaria. La red tiende a nuclearnos en el desamor, en la falta; la red es motivo del deseo, lo alimenta, nos hace vulnerables. Nos engañamos, cerramos los ojos, otra vez se nos abre un mundo nuevo; desde la comodidad de nuestras casas, en el anhelo de descansar nuestras mentes, de abrigar nuestras culpas, de evadir responsabilidades, de sumar egos. Queremos todo lo que no podemos tener; y eso nos hace seguir conectados; descuidando a la distancia aquello que tenemos más cerca. En las palabras, en cada click se nos escapa un beso; un segundo compartido: corremos en círculos buscando evadir el ocio de lo que antes solía divertirnos y que nos paraliza ante la búsqueda de la humanidad que de seguro no encontraremos detrás de una pantalla; ante el estupor que nos produce el encuentro, el desencanto, el desamor, el desapego, el miedo; que son las delicias que nos llevarán a lo que nos hacía sentir humanos, a sentir con todas las letras con lo que eso implica: con las pasiones que hay que desenfrenar, con los encuentros que hay que sobrellevar, con el peso de cada adiós, con la satisfacción de cada hola, con la esperanza de cada abrazo. Si no hay nada nuevo que inventar, nuestras vidas debieran ser al menos, una invitación al asombro, un empujón al no sé, y por sobre todas las cosas, una diaria y cotidiana posibilidad.

miércoles, 18 de abril de 2012

Bésame mucho

¿Es el amor romántico un invento de Hollywood? ¿Existe en verdad éso que algunos pensamos alguna vez como el amor ideal?, y en tal caso si existe; ¿es ese amor ideal lo que en realidad ocultan nuestros más recónditos deseos?...
Seguramente el amor romántico (aunque con cierta tristeza lo reconozco) sea un invento...pero por supuesto no por éso el amor romántico sea menos real, porque existe en tanto y en cuanto una parte nuestra; con añoranza y estima infantil, algo cursi, algo naiff tal vez; sigue imaginando que como reza la canción "Somewhere there´s a someone for everyone".
Los encuentros ingeniosos, los "chico rico encuentra a chica pobre"; los boleros desenfadados de amores en los que los besos equivalen a mil campanas parecieran estar en extinción. Es por éso que no debiera llamar la atención que con la liquidez y la estrechez de las relaciones virtuales donde el "face to face" se reemplaza por el "hablamos por face"; los románticos de la vieja ultranza que hemos crecido por las décadas de las décadas, amén! viendo a "Glenn Ford" cacheteando a "Gilda"; a "Meg Ryan" y "Tom Hanks" escuchándose por radio y mandándose mails, no entendamos la cotidianeidad de una "Lucy" que no encuentra a su "Ricky Ricardo". 
Si el amor real fuese como el que nos inventamos; la realidad es que tal vez debiéramos enamorarnos unas 345 veces al año. Difícilmente sea sostenible un idilio constante; un mar de millones de fuegos artificiales diarios, donde todo nos sorprende. Cómo sostener en el tiempo el romance; cómo hacer de lo cotidiano una lucha contra la cotidianeidad; cómo encontrar a quien parafraseando a García Marquez "se case con nosotros si no comemos berenjenas" y lo sostenga los 365 días del año a nuestro lado sin estallar algún día y finalmente obligarnos a comernos el vegetal. 
Por otro lado, no hay sino desventuras, en las historias de pasión de la literatura: siempre hay un balcón en medio de los Romeos y las Julietas; siempre se está la espera, abundan los kilómetros de bufanda que parecieran nunca terminar, la muerte le gana prontamente a la vida, la angustia, los viajes, el fin, porque el no alcanzar al ser amado ideal es lo que más se asemeja a la muerte de nuestros deseos.
Pero entonces; ¿cuál es la forma que adopta el amor romántico hoy? Como diría el excelentísimo Alejandro Dolina; uno no ama a la persona de sus afectos a sabiendas de que es para toda la vida. El: "para siempre", el: "eternamente" es una cuestión de elegancia al escribir; porque sería por demás de mal gusto decirle al ser amado "te amaré hasta que me aburra". Personalmente me gusta pensar que, si bien hay cierto indeterminismo (porque se puede ser (se debe) artífice del propio destino); y la rutina hace que esa persona que inicialmente nos interpela, nos sacude, nos invita a ser mejores, a superarnos, nos gusta; pierda la magia del primer instante; por otro lado, el amor real, ése que se aleja de las películas; porque los besos no saben siempre a caramelo, ni las risas suenan como música; aunque a veces pierda la fuerza, es un acompañar constante. Es un largo y arduo camino de trabajo, de concesiones, es un amor más terrenal, más sano a veces, más dañino otras; pero es el amor en fin. Los colores, las luces, las canciones, un compartir; pueden embellecerlo más, y recordarnos de a ratos, lo que nos hace sentir como niños y lo que se siente cuando las mariposas eligen para dormir la panza.

lunes, 9 de abril de 2012

Abril 2


A 30 años de una de las heridas más profundas de nuestro pueblo; es difícil no caer en el mero análisis histórico de los hechos. Es difícil no caer en la trampa de los academicismos; es difícil no preguntarnos por los términos de soberanía, por las motivaciones políticas; por las causas, las consecuencias. Es arduo tratar de ignorar las cifras, de no mirar las estadísticas. Es difícil, no imposible; por éso trataré de hacerlo. Trataré de dejar en claro que no había nada más que intereses nefastos en la cabeza de aquellos que se propusieron un día enviar a la muerte a miles de jóvenes que se embanderaban con distintos colores, pero que tenían el mismo fatídico destino; lo que sea que les haya nublado la vista, en esta historia de piratas que se lanzan a la conquista de islas en apariencia de ensueño desde siempre lejanas, no alcanzará para justificar tamaña desgracia.
"Las Malvinas", "The Falklands" son en esencia lo mismo. Son el grito de una tierra que necesita oirse. Que necesita olvidar tantos fríos que ni con el calor de mil goles pudieron ser acallados. Que necesita calmar el llanto de aquellos pocos que debieron llenar las botas en nombre de unos cuantos; pero por sobre todas las cosas, necesita que no se olvide para sanar.

"La guerra y la paz"

Suspiras; y el hondo pesar de
tu alma reposa
/y la lombriz, que la cabeza
bajo la tierra esconde
admira el verdor de un trébol, que
aún vive.
¿Tiene cuatro hojas?
no lo sé
pero si sé que aún respira la sangre,
de una multitud joven,
que aún espera.
La bandera blanca que no se ve,
/y las piedras que atormentan
el camino
ahogan cada grito que
el eco escondido
/expande
en cada rincón de la tierra,
en el oscuro,
en el profundo
en el lejano.
Y el joven suspira;
/y el joven llora,
y el joven anhela
/y las balas a un solo
pie de distancia,
/no se hacen esperar;
y los pétalos mueren
Y los sueños
también.


sábado, 24 de marzo de 2012

Quiero nunca tener que tenerte

La histeria (del francés hystérie, y éste del griego ὑστέρα, «útero») es una afección psicológica que pertenece al grupo de las neurosis y que padece el uno por ciento de la población mundial . Desde tiempos inmemoriales, es asociada a la mujer como el principal de los estandartes; porque desde la etimología del término es presentada como una enfermedad del útero; y entonces por ende, una patología privativa de la mujer con tratamientos tan diversos como el matrimonio o los electroshoks. 

Pero, ¿es en la batalla de los sexos la histeria un estigma femenino? En la sociedad actual, donde mujeres y hombres intentan llevar los mismos pantalones puestos; cargando con las mismas obligaciones, responsabilidades (tal vez el mal llamado "sexo débil" cargue un poco más) y derechos (en una inverosímil igualdad, esta vez discrepo y digo que son menos), la encarnación de la angustia contenida encuentra su manifestación en la histeria que se hace paso, por entre las relaciones de poder. Los vínculos afectivos establecidos, tornados en baumanianos, por su liquidez, su falta de compromiso, y devenidos en estrictas relaciones de poder, donde la dinámica de la competencia capitalista pareciera haber arribado al campo de la seducción; la histeria se presenta como una respuesta intelectual a una posible amenaza. Entonces, y seré insistente: ¿es la histeria teniendo en cuenta el avance de las mujeres en el ámbito laboral, social, económico, político; teniendo en cuenta que poco a poco estamos abarcando todos los flancos; una respuesta únicamente femenina?. Si es el reemplazo de lo simbólico frente a una posible amenaza, claramente el mundo masculino es quien más ha comenzado a hacer uso indiscriminado de la histeria como arma secreta, aunque muchas veces se torne indisimulada. 
La histeria es el "deseo de una falta". Deseo no tener éso que quisiera tener. Es la ambigüedad caminante en una sociedad en la que pareciera ser una obligación el tenerlo todo; en un mundo donde parafraseando a Don Eduardo Galeano: "(...) Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen (...)" 
La histeria nos acerca a una atávica humanidad, donde con el garrote debajo del brazo, escapamos a los más modernos sortilegios que prometen en millones de colores, sabores, sonidos, imágenes, y precios, sobre todo precios; llenar esa falta sin tal vez siquiera haber interpretado nuestra muda necesidad. Nos ayuda a aferrarnos a ella. Queremos la falta, porque en el deseo de alcanzar aquello que no tenemos ni sabemos si algún día llegaremos a tener, nos sabemos vivos. En el transcurrir del calendario, tendemos con alegría masoquista, y ahora añado existencial; a esperar nunca alcanzar lo que queremos. Que la carrera por el objeto de su deseo se extienda por siempre, éso es lo que busca el histérico, nunca saciar ese deseo, en la esperanza tal vez de mantenerse y sentirse vivo, y seguir nadando en los mares de un barro existencial. La histeria es la continuación de la incomplitud, es el reconocimiento de que no hay nada previsible, donde en la búsqueda está la satisfacción de que el camino no ha sido marcado...No se entonces hasta qué punto, más allá de la angustia, más allá del sufrimiento y la frustración; la histeria no sería el antídoto ideal contra el aburrimiento de una sociedad sistémica que gira en torno a la comodidad de lo que ya está preestablecido, envasado de antemano; la resistencia contra la tendencia a la posesión de un otro como si fuese parte de mi propiedad privada, la soga que nos colgamos del cuello para evadir alcanzar lo que deseamos profundamente por el simple hecho de divertirnos mientras seguimos buscando...

FRAGMENTO DE "LOLITA" DE NABOKOV: (estandarte de la histeria existencial por excelencia)
"(...) Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.(...)"

lunes, 12 de marzo de 2012

Celebración de la angustia


La angustia desarrollada ampliamente por la teoría Lacaniana, y otro tanto (por nunca dejar de darme licencia pro inexactitudes) por el psicoanálisis freudiano; se define como la ausencia de toda posibilidad simbólica de expresión. Cuando no hay palabras que puedan representar lo que el cuerpo siente, lo que la sinrazón ordena; la angustia se apersona diligentemente y llena ese vacío. La angustia es todo ese mientras tanto, es el famoso revolotear de mariposas en la panza, esas palpitaciones fuertes, esa respiración descontrolada. Es todo eso que sentimos cuando nos cuestionamos el ¿"Si todo fuese, Si todo estuviera más cerca"?.
El deseo de una otredad, nos da motivos para seguir viviendo; y aunque tal vez los boleros nos cuenten algo distinto: "(..) Angustia de no tenerte aquí (...) la angustia llenó mi corazón hasta morir (...)"; la angustia es lo que la aspirina a la fiebre. Es el precio que debemos pagar por esperar obtener aquello que no tenemos. Es la esperanza acallada; porque no se expresa; porque no hay frases, ni canciones, ni poemas, ni mil boleros suficientes que la calmen; no hay metáforas ni olvido. La angustia nos socorre del olvido, del oprobio del mundo, nos da esperanzas y cuando todo pareciera haberse perdido nos sumerge en un profundo no sé qué. 
La pregunta que cabe hacernos entonces es: ¿por qué entonces la sociedad pareciera empecinarse en mostrarnos el costado negativo de la angustia? Desde un primer momento primitivo, la angustia supo emerger de entre nuestros dioses y monstruos para hacer de la vida algo más que un intento de supervivencia rutinaria y animal. Nos abrió un camino de posibilidades; porque cuando no hay protocolos válidos en los senderos sin reglas del sentir; se abre paso a la duda y se vislumbra una esperanza. Cuando no hay ruidos, cuando nada molesta y el silencio nos inunda, tenemos un tiempo para creer que todo puede mejorar; aunque de momento tal vez a veces pareciera que no. La anomia es algo que asusta hasta el más valiente; y sobre todo a aquellos que un día negro se propusieron disponer las cosas para cierto lado sin posibilidad de cambio.
Deberíamos entonces celebrar la angustia, y hasta de ser posible disfrutarla. "Mamar la savia de la vida" como Thoreau, abrazar las pinceladas de un Van Gogh ya sin orejas; y solazarnos una mañana cualquiera ante las puertas de un gran signo de interrogación que no exige una pronta respuesta. Se abre camino en el meanwhile de un día, donde lo único que resta es esperar.
El mundo sin angustia, sería una paradójica utopía que al reflejarse en un espejo nos mostraría las más distópicas realidades: es el mapamundi de nuestras creaciones, la brújula sin dirección que nos guía en un camino donde las distancias ya parecen haber sido señaladas.
¿Qué sería de Orfeo sin Eurídice, qué sería de Giovanna si no esperara a Antonio?, de seguro morirían todos los girasoles. No sólo los de Rusia; los de más acá también; como hubiese muerto de tristeza Penélope si la angustia; esa nostos constante no la hubiese acompañado a lo largo de los kilómetros de bufanda a la espera de Ulises.

viernes, 9 de marzo de 2012

Invisibles que se ven

Con 203 millones de resultados en la búsqueda de Google, Invisible Children se ha convertido en una organización que está dando que hablar alrededor del mundo con el objetivo de derrocar a uno de los criminales más buscados, acreedor actualmente del número 1 en el top ten de Forbes; que decidió un día darle un toque a lo Tarantino a su editorial. Joseph Kony, al mando de la LRA (Lord Resistance Army) desde hace 26 años, se ha hecho acreedor del secuestro de más de 30.000 niños ugandeses, quienes son forzados a cometer parricidio, a convertirse en niños soldados, y a ejercer la prostitución. 
La masividad que cobró el proyecto sólo puede explicarse, además del trabajo impecable de marketing de quien ideara el proyecto Jason Russell, a un video documental que fue publicado en Youtube y alcanzó ya más de 56 millones de visitas. 
Es dicotómica la sensación que me brindó el ver el video; porque desde un principio se siente como si fuese parte de una gran campaña de mercadeo por internet. Es como si en lugar de verse una campaña acérrima contra Kony; además hubiese algún otro mensaje subliminal que uno no llega a terminar de comprender. Contra toda incredulidad, hay que luchar sin embargo con la gran variedad de clichés y golpes bajos que utiliza Russell, que contra todo intento de darle un marco de la importancia que tal vez mereciera un tema tan delicado; musicaliza el video que se torna motivador in crescendo; mientras pasan imágenes de niños ugandeses abrazados, corriendo, llorando como si fuese una de esas propagandas de telefonía del día de las madres que te hacen llorar eternamente; incluye conversaciones que son obviamente monologadas y guionadas con su hijo pequeño; y jóvenes con carteles agitados al estilo "We´re the world, we´re the children" de épocas de antaño...

Todo es peculiar, y sino inverosímil al menos extraño. Las estrellas de Hollywood que se ven involucradas con la causa; los senadores estadounidenses, que al ver la cantidad de gente que seguía el caso por internet cobraron repentino interés; todos parecen haberse complotados para darle entidad a un proyecto que tiene como lema "make him famous" (hazlo famoso). 
Para completar la cuota de duda, hay tres pasos finales a cumplir si uno quiere involucrarse activamente con la causa; entre las cuales se encuentra la compra de un "kit" con accesorios con la cara del sujeto para empapelar las calles; y la participación económica mediante la donación de dinero a la organización que han denominado TRI y es la que soporta al proyecto.
La idea del proyecto; que tiene una fecha de caducidad (es el tiempo que se le daría a la justicia para apresarlo) de hasta el 31/12/2012; es de todas formas muy motivadora, ya que utiliza el potencial de Internet, y es una muestra de cómo la tecnología y sus aplicaciones podrían llevarnos a modificar los paradigmas existentes. El leit motiv del proyecto es el de hacer conocer a Kony como si fuese una celebridad; pero por supuesto en el mal sentido del término. Hacerlo conocido, que cada habitante del planeta conozca su rostro, para encontrarlo, poder apresarlo y cambiar el curso de la historia. 
Es al menos llamativo además; que hayan reparado en Africa el eterno continente olvidado; y que EEUU haya enviado asesores de su ejército para brindar apoyo a las poblaciones que se ven sometidas a la tiranía de Kony. Me pregunto cómo puede ser posible que un individuo de esa calaña aún no haya podido ser encontrado por ninguna de las fuerzas concernientes a la causa; ni la ONU, ni el Tribunal de La Haya, ni los ejércitos de paz; ni la Interpol. Me pregunto si es factible pensar que alguien va a estar buscándolo cuando hay miles de terroristas y asesinos creadores de los más terribles holocaustos; como los de Serbia y Montenegro que continúan libres; ¿de verdad alcanzará con pegar afiches en las calles?.
Mientras sostenía esta visión desesperanzadora; apareció en el video, para reivindicar la causa que a esa altura de la cinta ya me costaba sostener; Luis Moreno Ocampo: Fiscal jefe de la Corte Penal Internacional; y expresó aunque en términos bastantes simplistas y hasta coloquiales que ve a "Kony2012" como una posibilidad certera que hará que puedan atraparlo y poder hacer justicia. La credibilidad que le brindó Ocampo al proyecto; hará que seguramente deba verme involucrada. 
Habría que considerar entonces; descartando el tema económico y la venta de merchandising que se está haciendo en nombre de los Niños Invisibles; que será también una muestra de que el mundo debería utilizar Internet como portavoz de los pueblos. Que tal vez sí después de todo; con esta herramienta se puedan sentar las bases para el despertar de las conciencias que posibilite el cambio; y que las conciencias puedan volverse carne. Habrá que creer entonces; y bregar; para que aquellos que se encuentran sufriendo en todas las partes del globo; encuentren eco en otras voces que los representen y que puedan liberarlos.

Links:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-104185-2008-05-15.html 
http://www.lanacion.com.ar/1455237-el-video-para-capturar-a-un-criminal-que-se-viralizo-en-la-red

Documental:
https://www.youtube.com/watch?v=Y4MnpzG5Sqc

jueves, 8 de marzo de 2012

Dulce esclavitud


Una de las aberrantes contradicciones de hoy día, que va disparándose hoy día exponencialmente hasta el infinito; es la dialéctica amo-esclavo del sistema bancario y los ciudadanos que se ven en la obligación de, al ser "bancarizados", verse abusados en el sentido más literal de la palabra, entronizando así a la institución madre del sistema capitalista actual por excelencia.
Como mencionara Paulo Freire, en su: "Pedagogía del Oprimido": "En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber (...) El educador no se comunica sino que realiza depósitos que los discípulos aceptan dócilmente. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos" (...); así a aquellos que no son dueños del conocimiento que develaría al fraudulento sistema, se los desplaza y margina apresándolos como fruto de su propia necesidad.
Aquellos entonces que se vieron bancarizados, por el motivo que fuese (sea porque le efectuaron la apertura de una cuenta sueldo, o porque solicitaron un préstamo o producto bancario, etc) serán siempre aquellos que ignoren las herramientas para escapar de la red que los sofoca a la que en algún momento debieron recurrir. 
Al servicio de la exclusión, la tecnología se posiciona a los pies del sistema; obligando a ciudadanos que comúnmente no tienen aptitudes o conocimientos informáticos o tecnológicos, a endeudarse. Es así como en bancos públicos donde el caudal de clientes son proporcionalmente mayores en lo que respecta a planes sociales, beneficios como jubilaciones y pensiones; es decir entidades bancarias que desde su concepción debieran constituirse como al menos más solidarias que aquellas entidades de carácter privado que se especializan en la comercialización pujante, directa y agresiva de productos pasivos como tarjetas y préstamos que sirven de garras para quienes inmersos en la sociedad de consumo son tentados a consumir más de lo que podrían costear.

Un ejemplo, es el Banco de la Ciudad de Buenos Aires; entidad con trayectoria en el ámbito de la bancarización de aquellos que perciben planes sociales, jubilaciones, pensiones, y otros tantos beneficios de índole social; que ¿paradójicamente? ha recibido una distinción de la Universidad en Harvard y es motivo de estudios por su nivel de crecimiento ganancial en 4 años. Lo que no mencionan en el estudio, y sólo porque a quienes lo han premiado les sirve de ejemplo para seguir acrecentando el capital sin importar cómo, es que han relegado a aquellos quienes debieran ser la motivación de empuje y desarrollo del Banco, que se maneja actualmente como si en lugar de ser funcional a la administración de los recursos de la Ciudad, fuese funcional a los intereses del crecimiento de las alcancías personales de quienes lo dirigen. 
El banco no ha implementado beneficios para los clientes; por el contrario somete a jubilados, trabajadores, y beneficiarios sociales a cajeros automáticos; terminales de autoconsulta, homebanking (como si aquellos que deben acceder a un beneficio para subsistir pudiesen contar con el acceso a la web y a equipos informáticos) y un centenar de claves, colas, teléfonos que suenan pero nunca se atienden y burocracia multiplicada por doquier en todos los niveles. Como si fuera poco, (y no se sabe hasta qué puntos la automatización en el pago de servicios y en la gestión de operaciones no pareciera remitirse a una futura falta de liquidez que permitiría aumentar las posibilidades de fraude a niveles insospechados) se ha desplazado a los trabajadores bancarios de las líneas de caja; obteniendo así en primer lugar una mayor acumulación de capital por el ahorro de mano de obra; y se permite el sustento de la dialéctica que tiene presos a quienes desconocen el funcionamiento; y por ende, suscitan un mayor crecimiento aún del capital obtenido por los niveles de endeudamiento alcanzados.
Si el sistema ya se les presentaba distante; ahora los aliena, porque la posibilidad de que tal vez un ser humano los atendiera personalizadamente y les compartiera algunos de los conocimientos que desde las concepciones iniciales del propio sistema les fueron negados; desaparece ensanchando la brecha, dejándolos sin posibilidades de hacer uso de sus derechos que no son reconocidos a veces ni por ellos mismos; viéndose ante la única posibilidad de agachar la cabeza y seguir obedeciendo cual esclavo que nunca alcanzará la tan ansiada liberación.
Por otro lado, mientras se les niega las herramientas para una defensa de los derechos e intereses a los clientes de clase media, ni que hablar de aquellos de clase baja a quienes el Gobierno de la Ciudad bancarizó; a quienes son poseedores de cualidades asequibles para el banco; empresarios, capitalistas de ganancias de dudoso origen y futuros inversores de largo plazo, se los recibe en boutiques similares a las de un shopping donde pasan por la vidriera un centenar de millares que el resto nunca en su vida verá.
El Banco en complicidad explícita con el Estado; entonces incrementa sus ganancias en base a los excluidos del sistema, para beneficiar a aquellos que ya están en el edén de la comodidad financiera; habrá que preguntarse entonces hasta cuándo podrán los clientes sustentarlo en el tiempo; antes de que las conciencias atadas se liberen y finalmente rompan el circuito esclavista al que se ven sometidos. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Silencio en la sala

Vivimos en tiempos en los que el silencio nos ha sido brutalmente arrancado. Suena paradójico, pero nos han hecho callar al silencio. Le quitaron toda la magia, le arrancaron el suspenso, le agitaron la calma, y lo llenaron de ruidos que en definitiva dicen mucho menos de lo que antes podíamos habernos imaginado. Ruidos; digo bien; porque un conjunto de voces altisonantes no llenan, no!. Ni con las más impactantes imágenes pudieron completar la dosis de aquello inesperado que esperábamos; porque todo es improvisado y no hay nada que lo pueda reemplazar.
"El Artista" la recientemente ganadora del premio Oscar a la Mejor Película, entre otros premios de los que se hizo acreedora; es un invaluable ejemplo de cómo muchas veces sin decir nada se puede llegar a decirlo todo, o al menos, demasiado.
La película, del francés Michel Hazanavicius, es un llamado a la sorpresa; es una posibilidad de sentarse frente a la pantalla creyendo que ya todo había sido inventado, entre tantos efectos especiales, dobles de riesgo, actrices voluptuosamente inflamadas y clichés por doquier y olvidarse por un largo rato de nuestro alrededor. Es un paseo sencillo en blanco y negro a un mundo que parecía habernos mostrado ya todos sus colores, con personajes entrañables que se hacen adorar desde que comienza la película.
La actuación de Jean Dujardin, merece mención aparte, ya que su personaje del actor de cine mudo que triunfa en el mundo del espectáculo enamora desde el primer segundo de película hasta el último. Sufrimos con él cuando ya no es exitoso, lloramos con él cuando pareciera haber perdido todo, nos reímos con él y su risa encantadora debajo del bigote. George Valentin, su personaje supera límites impensados cuando en la sala todos podemos sentir la historia, podemos abrazar la idea de que somos parte de ella, y por sobre todo podemos volver a disfrutar del silencio. En la sala, con el sonido únicamente de la música, las palabras se acomodan entre las butacas a nuestro lado: parecen tener un tiempo para descansar.

Trailer "The Artist":

https://www.youtube.com/watch?v=OK7pfLlsUQM

domingo, 4 de marzo de 2012

De carne somos

Basta con googlear la palabra MUJER, para darse cuenta de aquello que notamos las féminas diariamente en el acontecer de nuestra cotidianeidad: las mujeres estamos hoy día condicionadas a ser aquello mismo de lo que fuimos sinónimo otrora. La mujer es quien sin importar cuántas peripecias haya tenido que sortear a través de la historia, sigue siendo la segunda protagonista detrás del galán en la novela trágica de todos los días. Es ella quien sin importar cuántos siglos le haya tomado derribar los prejuicios, desde los que ponían en duda sus capacidades (algunos hasta científicamente fundamentados que decían que poseía un coeficiente intelectual inferior o igual al de los animales), hasta los insignificantes que impedían que llevase a cabo las cosas más mundanas, como usar un pantalón, cortarse el pelo, fumar, hacer trabajos no domésticos; pareciera no haber conseguido borrar del todo las huellas de la aparente desigualdad.
La mujer se enfrenta en la actualidad, como siempre acompañando los cambios sociales y las concepciones sociales de cada momento, a un gran desafío; que es el de derribar y luchar combativamente contra la gigante contradicción que atraviesa de momento. Por un lado, aunque subsisten hoy día lamentables ejemplos de sometimiento femenino donde no son respetados los principios de igualdad y no discriminación (el mundo árabe con las aberrantes doctrinas del Islam es entre otros muchos, el más cruel de los ejemplos) y aunque aún haya escalas en la jerarquía laboral que parecieran no haberse adaptado aún al ingreso de la mujer al mercado laboral (y se empeñen en no respetar los más básicas derechos como los de licencia de maternidad, permiso de lactancia y otros tantos que ya deberían saberse adquiridos); podríamos decir que las conquistas en los más diversos ámbitos acompañan el crecimiento del rol de la mujer en la sociedad. Hay mujeres en el ámbito de la política; las hay en el mundo de la economía, en las artes, en los negocios, hay mujeres en las fábricas, en la guerra, hay mujeres policías; y todo esto gracias a dios pareciera una obviedad. 
La pregunta sería entonces; ¿por qué si ya se supone a través de la historia ya hemos probado que podíamos superarnos y podíamos ejercer nuestro derecho a elegir; de elegir si queremos a una persona con quién compartir nuestros días, con quién tener hijos, si tener hijos o no, si trabajar o no, elegir la profesión que queremos desarrollar, el trabajo con el queremos subsistir, con quién queremos dormir, por qué si accedimos al control de nuestra sexualidad, al control de nuestras vidas; pareciera ser que se empeñan por relegarnos nuevamente al ámbito doméstico, a cuidar del hogar y a tener hijos como si fuéramos incubadoras de nuevos seres humanos?; y más importante; ¿por qué algunas mujeres se ubican en la otra alternativa que nos depara el aún aparentemente e indisimulado reinante mundo machista exhibiéndose como objetos, como únicas poseedoras de un cuerpo que lucen creyendo liberarse y que es en definitiva funcional a la intencionalidad del hombre de mostrar al mal llamado "sexo débil" como un objeto?.
La cosificación de la mujer es constante; y es desde ya, funcional a la sociedad de consumo capitalista. La mujer sirve para vender: es sexo, es moda, es moda para tener sexo, se engaña desde la publicidad a las mujeres mostrando supuestos modelos perfectos de superficialidades inalcanzables, y se las apabulla desde que se levantan hasta que se acuestan. Lo inalcanzable se les impone desde las marcas; por supuesto debe ceder al consumo para poder alcanzarlo; así para ser de determinada forma tiene que ejercitarse con tal aparato, comer tal yoghurt, usar tal maquillaje, vestir tal diseñador, y la lista es eterna porque en tanto y en cuanto haya mujeres que se valgan de su exterioridad como único arma y argumento para alcanzar la felicidad, más serán las cosas que deba obtener y que se le vuelvan hostiles.
El sexo es otra de las herramientas de las que se valen algunas mujeres para mostrarse independientes. La tv da asco. Está lleno de ello, y me temo que está inundando las revistas y los diarios. Hay culos como dijera cierto personaje de Capussoto, hasta para vender cepillos de dientes; culos perfectos y turgentes para venderte un seguro para el auto... Es paradójico; usan el cuerpo como arma de liberación y a la vez como medio de producción pero no son en esta lamentable transacción las verdaderas dueñas; porque están alienadas. El cuerpo no es suyo: es un objeto, objeto del deseo de aquellos de quienes pretenderían liberarse. 
¿Dónde residiría el peligro de que las mujeres no sean más un habitante de la casa con una escoba en la mano y los chicos corriendo alrededor? ¿Qué pasaría si solo nos abocáramos a utilizar nuestras energías en ir por aquello que nos falta y para trabajar un poco por aquellas que no gozan los derechos que ya disfrutamos algunas pocas? ¿No será por éso que constantemente las propagandas cuyos productos son destinados al segmento femenino sólo muestran mujeres embarazadas o paseando el perro? Nunca ví una propaganda de cosméticos o de yoghurt mostrando una operaria; como en su momento la sociedad no reivindicó en la historia a las mujeres bolcheviques que lucharon por sus derechos, o las mujeres que lucharon a la par de los hombres en las guerras de las independencias latinoamericanas, por mencionar solo algunos ejemplos de miles. 
Es importante, al menos sería trascendental que nos cuestionáramos cuál es el rol que actualmente estamos encarnando en la sociedad, y cuál es el rol que queremos dejarle a las generaciones futuras. La mujer debe ir por más, aún hay miles que se ven acalladas, sometidas a tratos injustos, condenadas a trabajos precarios, muriendo en la práctica del aborto por no poder ejercer uno de los que debieran ser el más legítimo de los derechos. Es hora de dar un giro y asumir el protagonismo, porque nacimos para ser protagonistas de la historia.


jueves, 1 de marzo de 2012

De la ecología y otras yerbas

Cuando comencé a escribir esta nota; hallé mi tan buscada contradicción al pensar en la ecología como algo más que la diferencia entre llenar la bañera menos veces al mes para evitar que miles de personas sucumbieran de sed en eternos desiertos asiáticos; como algo más que simplemente buscar una alternativa para cambiar mis "tendencias contaminantes" de vida. 
La ecología es una contradicción per se en un mundo donde mientras 800 millones de personas mueren de hambre al año, el 80 por ciento de la producción mundial de cereales es destinado a la alimentación del ganado y para ello son empobrecidos los suelos que alimentarían a las futuras generaciones, son contaminadas las aguas y los antes multicolores ecosistemas del planeta con el devenir de los años se van tornando amarillos.
"El planeta nos castiga"; oímos decir en los noticieros amarillistas que sin un exhaustivo análisis de la cuestión lo sentencian sin buscar culpas como si el entero globo se dispusiera a cambiar el destino de la humanidad. 
¿Nos preocupa la ecología; o es simplemente una oportunidad para ver celebridades que con mensajes vacíos salen a respaldar la inmortalidad de los orangutanes senegaleses? ¿Hay una filosofía de preservación del medio ambiente en una sociedad que pareciera regida enteramente por la teoría del caos? Aunque verosímil (demasiado diría) debiéramos también velar porque la tendencia se retrotraiga y el viaje sea menos perturbador; no hay que olvidarse que cuanto más cerca de las condiciones iniciales se encuentre, mayor será el efecto multiplicador. Así las poblaciones del mundo se deben al menos, la oportunidad de reconsiderar algunas cuestiones, antes de tener que acostumbrarse a los nuevos paisajes.
Este sistema reinante se adjudicó la muerte de más de 30 millones de árboles que no volverán a dar sombra; árboles que dejan sin contención a poblaciones que se ven enteramente inundadas y empobrecidas. Las urbes se ven infestadas de aquellos que migran en la búsqueda desesperada e irresoluta de un pasar mejor; en 37 ciudades del mundo se hayan conglomeradas 8 millones de personas. El Amazonas, selva del mundo, está siendo reducido en un 50% de su tamaño en un proyecto económico del gobierno de Brasil; haciendo que las tribus que desde sus orígenes la habitan deban abandonar sus hogares por la escasez de agua y la deforestación. En EEUU el país más contaminante del planeta, se consume la misma energía que en todo el continente europeo en su totalidad; más de la mitad de su población habita en las ciudades y en el ámbito rural se practica la agricultura de extensión: ésa que necesita alimentar bocas de ganado en lugar de bocas hambrientas y humanas. Aunque representa sólo el 5% de la población del globo, emana el 25% de los gases que producen el efecto invernadero. China es el segundo país más contaminante del mundo, otra enorme contrariedad justificada por un lado por ser la nación más poblada, y enormemente injustificada por la sabiduría de la filosofía oriental que profesaba el respeto de todas las formas de vida y ha sido relegada por el siempre fiel y vil metal. El problema de la energía, con la constante penetración de la sociedad de consumo que nos avasalla día tras día con nuevos artefactos de todos los tamaños y colores, despierta a los más temibles enemigos. En la gran vidriera del mapa, desfilan ante él desde guerras abismales por la conquista del oro negro hasta el socavamiento de los recursos naturales y básicos no renovables. A los tecnócratas funcionales al dinero, no les importa mancharse las manos de sangre con tal de llenarse los bolsillos de oro negro. Se estima que para el 2020 los pozos que sacian la sed de petróleo se estarán secando mientras las tierras que fueron despojadas de él hayan quedado finalmente despojadas de toda humanidad. Haití es el más triste de los ejemplos. Desolada por las inundaciones, después de haber sido convertida en la prostituta del mundo, sufre actualmente los vestigios del saqueo de su mineral más preciado; el carbón. Ante la falta del mineral la gente de los poblados se vio en la obligación de deforestar para obtener el carbón que ya la tierra había comenzado a negarles, incurrieron sin querer en un error que les costaría caro y dejaron sin estructura al suelo que sucumbe cada vez que llueve y grita ahogando a mares a su gente. 
El consumo desmedido nos lleva lentamente a destruirlo todo. Estamos reemplazando años de vida por una comodidad banal y pasajera. Cada año 1000 millones de teléfonos celulares son vendidos en el mundo. Todo se compra nuevo, nada se repara. Los automóviles en cantidad superan a quienes pueden conducirlos, la energía necesaria para mantener nuestro estilo de vida actualmente insume poco a poco los recursos de un planeta que “enojado” o no clama por una solución. 
Pero, ¿es posible modificar nuestro estilo de vida? En una modernidad líquida donde las cosas parecieran personificarse y los sujetos objetizarse; todo pareciera indicar que no. Los capitalistas seguirán bregando por la obtención de la máxima ganancia, así sea como de costumbre a merced de los trabajadores, de las naciones que luchan por dejar de ser excluidas, y a pesar de que se nos vayan oscureciendo los días y alargando las noches.
Todavía estamos a tiempo, y tal vez haya después de todo esperanzas. Habría sin lugar a dudas que bogar primero por una modificación en los intereses que rigen los valores con los que la sociedad se conduce. Pero también hay ejemplos. Son esos casos que nos dicen que tal vez un día despertemos con el humor cambiado; con un sentir distinto; que tal vez podamos seguir viendo la luz del sol. En Bhutan (una monarquía de dudosa representatividad) 1/4 del territorio butanés es zona protegida. Los árboles, bajo pena de prisión sólo pueden ser talados con permiso del gobierno y deben ser reemplazados al unísono de ser talados, para preservar el bosque para las futuras generaciones. En China, para darle solución al problema de la contaminación que los hace acreedores del segundo puesto; están desarrollando nuevas técnicas de obtención de energía a partir de la materia fecal. Se denomina “biogás” y puede utilizarse para calefaccionar y como combustible; siendo económico, sustentable y renovable y abastece a 25 millones de chinos en la actualidad. En Haití, el ingeniero botánico Jean Baptiste Chavannes, socializando sus conocimientos está logrando ayudar a su pueblo a recuperar las plantaciones; con cultivos en pilotes que permiten a los trabajadores alimentarse sin arrasar con el suelo evitando las inundaciones. 
Son como dije, solo algunos ejemplos; pero no por pocos son menos valiosos. El mundo está lleno de utópicos. Solo nos resta esperar que despierten.

FUENTE:
"Earth from above" - Yann Arthus Bertrand

HOME TRAILER:
https://www.youtube.com/watch?v=HtUMpCQayFY























miércoles, 22 de febrero de 2012

Malo conocido, que bueno por conocer


Como reza el dicho popular; en Hollywood no pierden el tiempo para hacer gala en sus películas de la verdadera industria nacional; que no es sino la de la industria del miedo. Esta vez llega tratada de una manera diría inusual y sorpresivamente no galardonada como candidata para los Oscars venideros, de la mano de una incomprensible película (por donde quiera que se la mire) biográfica de la vida de Edgar Hoover. La película no es otra sino, que "J.Edgar" reciente estreno en nuestro país de la última obra del ya, a juzgar por la película, harto de clichés Clint Eastwood; pues sí un cliché más y el tío revienta.
Más allá de ser tediosa, y de recaer en lugares comunes; como el hecho de que se lo muestre a Hoover como un tipo que se muestra duro y autoritario y al mismo tiempo saliendo del placard disfrazándose con el vestido de su madre difunta; la película no sabemos bien hacia donde apunta. No sabemos cuál es la real intención de Eastwood cuando la realizó: es un mar de contradicciones y por ese honra a mi blog esta entrada; lo que sí sabemos es que la contradicción reflejada no parece ser sino, la contradicción no de un individuo, sino la de toda una nación entera.
En la década del veinte, Hoover al frente del FBI (como director del mismo) se alza contra las redadas comunistas; la "seguridad" se instalaba entonces como el principal tema de preocupación que haría temer el sueño norteamericano: los asquerosos rojos luchaban unidos huelgando por sus derechos como trabajadores parando las minas por jornadas enteras; era una situación que no podía continuar ni un solo día más. Las amenazas de bomba parecían multiplicarse en pancartas apenas impresas en imprentas de poca monta; por lo que había que actuar; había que reprimir a quienes se sublevaban y evitar la posible anarquía. La sociedad debía entender que debía regir un orden y que el enemigo estaba en casa. Con la Depresión de 1929; el hambre, la desocupación y la miseria hicieron que nuevamente los obreros se alzaran a luchar por lo poco que les pertenecía y a simpatizar nuevamente con los comunistas, los anarquistas; y con los devenidos gángster de poca y mucha monta que ajusticiaban al pueblo robando los bancos. El enemigo se tornaba héroe; se develaba nuevamente la máscara que parecía esconder hasta lo imposible, el rostro del verdadero malo, que no era el que había que conocer. Como siempre no faltaron las estrategias mancomunadas, y nuevamente el pueblo supo dormirse en el sueño de tener más despertándose temiendo perder lo poco que tenía, adormilado y seducido con las nuevas historias que la pantalla tenía para mostrar de mafiosos que aniquilaban gente y que traicionaban a la nación. Debieron establecer entonces; el orden por encima de todas las cosas, y no hay orden sin control; sin el Estado vigilante que todo lo ve; por ende aquí vino el magistral Hoover; (a quien no sabemos todavía si es que Eastwood lo admira o lo detesta) estableciendo el registro de personas mediante un sistema centralizado de huellas digitales, detallando cada dato identitario de cada individuo; así con facilidad sería asequible condenar a quienes hicieran "peligrar la nación" y así "salvar al país de las revoluciones". La prensa por supuesto, y como dudar de su incondicional lealtad hicieron lo suyo; en el espectáculo de la vida de una nación que dejó de soñar despierta con ser más igualitaria y equitativa y donde los niños soñaban con unirse al FBI y ya no en convertirse en los olvidados héroes anarquistas.
Hoover murió al servicio de una nación de historia inverosimil a la que supo domesticar; cargándose enemigos de una calaña y peligrosidad tan diversas como las de Goldman (a quien deportó por sus ideas rojas), asaltantes de bancos (Dillinger, Baby Face Neldon, etc), y Martin Luther King: a quien temía acérrimamente por considerarlo un personaje que propiciaba la tragedia nacional con su "despertar de conciencias".
En fin, creo que no es casual que nuevamente sientan que el enemigo está en casa; y que recurrirán a todo aquello que tengan a mano para plantar historias de enemigos viejos, de enemigos nuevos. Tomarán el mapamundi y girándolo se abocarán a encontrar nuevas tierras para devastar y distraer. Porque esa es la cuestión: desviar la atención: con una película, como la de Eastwood; con un escándalo, con un affaire y de ser necesario (sabemos que siempre lo es) con una guerra, por qué no. Cuánto más dramatismo haya en la historia que se inventen, más impacto saben generarán.
Es llamativo como de a poco las masas se están movilizando; es al menos inquietante. Los momentos de ebullición social hacen que a uno le den ganas de que finalmente todo como una gran burbuja explote y de las mentes broten verdaderos borbotones de ideas, de ganas de cambio, de revoluciones, de derechos; como si las mentes se abrieran de par en par como melones maduros y amarillos. Las movilizaciones de los indignados en EEUU dejaron de ser simplemente un resabio de ideas hippies pacifistas de algunos que quisiera recrearse un Woodstock. Hoy las masas están dejando de a poco de creer la mentira del sueño americano. Los movimientos de "Ocupa Wall Street" con las cientos de miles de personas manifestándose por todo el país, nos hablan de un tiempo de cambio, de nuevas oportunidades, de revelaciones en una nación que se ha opuesto en el devenir de su historia a conocer su verdadero enemigo que no es sino el de su propia credulidad. Eastwood por su parte, desde la cinta hace un pobre intento; como lo hace cada norteamericano que alcanza cierta conciencia en lo más íntimo de su hogar, por separar en todo momento las responsabilidades y culpas del FBI de las de la Nación; como si desde una lógica plausible en un país verosímil la una debiera subordinarse al otro. Es de cuento, pero el malo sigue siendo más bueno que el que está por conocerse.

martes, 21 de febrero de 2012

No tan cariñositos

"Revoltosito" el capitalista


Días atrás cuidando a un sobrino, me hallé sentada frente a la tv respondiendo a su demandante pedido de embobarse frente a los dibujos animados. Como era de esperarse, la criatura, de unos cuatro años, se resistió ante todos mis intentos de ver algún dibujo; se negó rotundamente a ver "Tom & Jerry" (que por cierto ahora hablan); y mucho menos quiso saber algo de "las trillizas de Belleville", que en ese momento pensé serían mi salvación ante cualquiera de esos animés sin ojos inexpresivos que bombardean la grilla infantil. En el canal de Disney estaban dando un capítulo de "Los Ositos Cariñosos"; y en el transcurso de todo el capítulo, juro no pude despegar la vista de la pantalla y parpadear bastantes veces porque no podía creer aquello que estaba escuchando.
El programa simplemente es sin lugar a dudas producto de algún macabro creativo que con métodos goebbelianos; no hace más que a través de los personajes que son en apariencia dulces y cariñosos mamíferos de felpa de color, reproducir constantemente los                                                                                              lineamientos más fieles a la  ética del trabajo capitalista.                                                                                                                                                                    
(...) "Revoltosito no tiene insignia pero igual se divierte - léase: es Revoltosito porque se divierte, y en la sociedad capitalista no triunfa quien tiene tiempo para divertirse, las "insignias" sólo pueden llevarlas quienes no se divierten, o para qué mentirnos; quienes pueden hacer que otros trabajen por ellos para divertirse- las insignias solo la llevan quienes hacen las cosas bien - porque la única manera de sustentar el sistema es que las clases media-bajas crean que haciendo las cosas bien, es decir produciendo para otros aquello que nunca conseguirán consumir, alcanzarán la insignia deseada, como si en algún momento de toda su vida de trabajo y tan sólo con el sudor de su frente pudieran alcanzar aquello que a otros les vino dado- con o sin insignia hay que hacer las cosas bien (...) Generosita cree que a veces producir es bueno (...)" ...y así sucesivamente continuaban los mensajes cuasi satánicos que parecían haber salido de un disco de The Beatles tocado al revés.
Este programa se transmite en varias señales del cable, en diversos horarios; pero me temo que no es el único programa que utiliza no vanamente, las mismas deshonrosas estrategias para estupidizar, aclimatar y mediocrizar a los futuros productores del mañana.
La idiosincrasia capitalista, en sus rasgos más temperamentales pareciera entonces dibujarse hasta en el sueño de nuestros hijos; que antes de ingresar a la escuela; como si hubiesen sido parte de una naranja mecánica sin aceitar; ya son parte del engranaje que los encontrará inconscientes produciendo para otros.
Restaría preguntarse si cabrá la posibilidad de que algún día los mismos canales transmitan dibujitos animados, cualquiera sea la forma y los colores que tengan, que despierten la conciencia temprana de los niños, antes de que sea demasiado tarde.