Este jueves y con la dirección de un irreconocible Tim Burton, llega a cartelera una película para ver con los ojos
bien abiertos: “Big eyes”, la
historia del matrimonio Keane y del
misterio de los niños que desde el lienzo guardaban el secreto de los ojos
gigantes.
Muchos son los rumores que
susurran, que el autor de “Romeo y
Julieta” no fue William Shakespeare.
Una de las historias, retratada
por Roland Emmerich en “Anonymous”, narra la vida de Edward de Vere: Conde de Oxford, dramaturgo, poeta, mecenas de
las artes y, al parecer y decir de la película
de Emmerich; autor de las obras
literarias más maravillosas de la humanidad, atribuidas naturalmente al Bardo.
¿Cómo podría William Shakespeare,
un vulgar analfabeto del vulgo, con problemas de alcoholismo y debilidad por
los excesos, concebir la historia de amor más triste e indeleble de la
historia?
Peggy Doris Hawkings (Margaret Keane), es una artista estadounidense cuya obra es conocida por plasmar grandes ojos
en los personajes de sus óleos y retratos de mujeres, niños y animales
domésticos.
Nacida en 1927, presa de una
timidez crónica y con el peso en los hombros de una sociedad que, en proceso de
transición, condenaba la liberación femenina; con el autoestima devastada por
un divorcio y el rol de madre soltera, se casa con Walter Keane: un vendedor de inmuebles autoproclamado artista
bohemio en sus ratos libres.
Existen muchas películas que
abordan la vida de artistas y personajes de la Historia desde el lugar de la
conspiración, y muchas también las que buscan reivindicar al héroe y darle el
lugar que se merecía en la línea de tiempo.
En el caso de Tim Burton en “Big Eyes” las intenciones se muestran confusas. Tal vez porque el
director, confeso fan de Margaret Keane,
intenta que la obra en la película: lejos de toda pretensión de sumergirnos en
alguno de los mundillos fantásticos a los que nos había acostumbrado; sea el
principal sostén de la defensa de la artista; que en la piel de Amy Adams pasará bastante desapercibida
bajo el halo hipnótico de Walter Keane
(Christoph Waltz).
Si la intención explícita de
Burton hubiese sido la de levantar nuevamente la sospecha de que sí era Walter
el autor de los ojos grandes, la elección de Waltz para encarnarlo hubiese sido
apropiada.
La sugerencia en cambio de que
fue la anodina protagonista la verdadera Creadora y no la genialidad, verborragia
y estilo; la majestuosa catarata de palabras y de magia brindada por ese ser
que es el Walter Keane de Waltz: que conmueve hasta la última fibra con la
asombrosa y peculiar técnica para devenir psicopatía en nostalgia; resultará al
menos tan inverosímil como el hecho de que el film entero haya sido concebido
por el mismo Burton que deslumbraba con hombres con manos de tijera y
directores geniales rodados en blanco y negro.
¿Cómo pudo Margaret Keane un ama de casa sin
autoestima, con las pasiones sepultadas y
la mirada vencida, concebir sus ojos grandes?
La pregunta ya resuelta por el
peso de la historia, justicia mediante y escándalos multimediáticos a escala;
queda flotando en el aire junto con la pretensión de Burton de mantener su
lugar de rockstar del séptimo arte.
FICHA
TECNICA:
“Big eyes” (Estados Unidos, 2014)
Dirección: Tim Burton
Guión: Scott Alexander,
Larry Karaszewski
Elenco: Amy Adams, Christoph Waltz, Danny Huston, Jason
Schwartzman, Krysten Ritter,Terence Stamp, Heather
Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily
Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo
Sechrist, James Saito
Duración: 106 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario