jueves, 30 de abril de 2015

Big eyes: sus ojos se cerraron

Este jueves y con la dirección de un irreconocible Tim Burton, llega a cartelera una película para ver con los ojos bien abiertos: “Big eyes”, la historia del matrimonio Keane y del misterio de los niños que desde el lienzo guardaban el secreto de los ojos gigantes.

Muchos son los rumores que susurran, que el autor de “Romeo y Julieta” no fue William Shakespeare.
Una de las historias, retratada por Roland Emmerich en “Anonymous”, narra la vida de Edward de Vere: Conde de Oxford, dramaturgo, poeta, mecenas de las artes y,  al parecer y decir de la película de Emmerich; autor de las obras literarias más maravillosas de la humanidad, atribuidas naturalmente al Bardo.
¿Cómo podría William Shakespeare, un vulgar analfabeto del vulgo, con problemas de alcoholismo y debilidad por los excesos, concebir la historia de amor más triste e indeleble de la historia?

Peggy Doris Hawkings (Margaret Keane), es una artista estadounidense  cuya obra es conocida por plasmar grandes ojos en los personajes de sus óleos y retratos de mujeres, niños y animales domésticos.
Nacida en 1927, presa de una timidez crónica y con el peso en los hombros de una sociedad que, en proceso de transición, condenaba la liberación femenina; con el autoestima devastada por un divorcio y el rol de madre soltera, se casa con Walter Keane: un vendedor de inmuebles autoproclamado artista bohemio en sus ratos libres.
Existen muchas películas que abordan la vida de artistas y personajes de la Historia desde el lugar de la conspiración, y muchas también las que buscan reivindicar al héroe y darle el lugar que se merecía en la línea de tiempo.



En el caso de Tim Burton en “Big Eyes” las intenciones se muestran confusas. Tal vez porque el director, confeso fan de Margaret Keane, intenta que la obra en la película: lejos de toda pretensión de sumergirnos en alguno de los mundillos fantásticos a los que nos había acostumbrado; sea el principal sostén de la defensa de la artista; que en la piel de Amy Adams pasará bastante desapercibida bajo el halo hipnótico de Walter Keane (Christoph Waltz).
Si la intención explícita de Burton hubiese sido la de levantar nuevamente la sospecha de que sí era Walter el autor de los ojos grandes, la elección de Waltz para encarnarlo hubiese sido apropiada.

La sugerencia en cambio de que fue la anodina protagonista la verdadera Creadora y no la genialidad, verborragia y estilo; la majestuosa catarata de palabras y de magia brindada por ese ser que es el Walter Keane de Waltz: que conmueve hasta la última fibra con la asombrosa y peculiar técnica para devenir psicopatía en nostalgia; resultará al menos tan inverosímil como el hecho de que el film entero haya sido concebido por el mismo Burton que deslumbraba con hombres con manos de tijera y directores geniales rodados en blanco y negro.
 ¿Cómo pudo Margaret Keane un ama de casa sin autoestima, con las pasiones sepultadas y  la mirada vencida, concebir sus ojos grandes?
La pregunta ya resuelta por el peso de la historia, justicia mediante y escándalos multimediáticos a escala; queda flotando en el aire junto con la pretensión de Burton de mantener su lugar de rockstar del  séptimo arte.


FICHA TECNICA:
“Big eyes” (Estados Unidos, 2014)
Dirección: Tim Burton
Guión: Scott Alexander, Larry Karaszewski
Elenco: Amy Adams, Christoph Waltz, Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter,Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo Sechrist, James Saito
Duración: 106 minutos.



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