domingo, 19 de abril de 2015

Meditaciones a la hora de la siesta

La siesta en verano se duerme después de comer sandía, con el dulzor en la boca, la persiana cerrada y el ventilador encendido.
En ocasiones de calor sofocante el piletazo, manguerazo o en su defecto duchazo previo es decretado de necesidad y urgencia.

En invierno, la siesta se duerme a cualquier hora y en cualquier momento y lugar.
Es requisito esencial hacer uso de por lo menos tres kilos de ropa de cama para alcanzar la temperatura ideal: siempre manteniendo una de las piernas envueltas entre frazada y pijama, y la otra fuera de la cama como saludando al sudeste, emulando la técnica de la pinza especie koala.

Por la tarde tiene gusto a caramelos "Media Hora", de esos que siempre regala la abuela, y huele a eucalipto y a Vic Vaporub.

Si llueve se excluye toda banda sonora externa del set. Si el techo es de chapa o de tejas, una forma de inducir el sueño, puede ser la de contar cuántas gotones caen estrepitosamente por minuto.

El sueño de las Musas - Eduardo Naranjo (1979)



La cantidad de páginas de un libro, que podrán leerse a la hora de la siesta, serán inversamente proporcionales a la cantidad de frazadas con las que se cubra. Cuanto más abrigado corporalmente, menos posibilidad de abrigar historias tendrá.

La siesta se duerme solo. No es válida la compañía a la hora de la siesta. No hay tiempo en las horas de la siesta para jugar al amor.

Como para comer un asado, SIEMPRE es un lindo día para dormir la siesta. Aún cuando el dormir viene acompañado de una triste noticia, y la casa se viste de luto; o después de una terrible comilona de por ejemplo, Navidad: Siempre la siesta concluye puntos suspensivos y dibuja el párrafo siguiente. 



Nota de la autora: La siesta no puede durar menos de dos horas, a pesar de lo que indiquen los médicos en El País: www.elpais.com.uy/vida-actual/cuanto-ideal-sueno-durante-siesta.html

1 comentario:

  1. Un paréntesis temporal en medio del ajetreo cotidiano. La siesta nos sienta bien.

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