jueves, 30 de abril de 2015

Y mientras tanto Saudade

Saudade” es un término del portugués que difícilmente encuentre una traducción fidedigna al castellano. Abordada como una prima hermana de la melancolía, la saudade completa los puntos suspensivos de la falta.

La Bossa Nova nacida en la bellísima canción compuesta por Tom Jobim y Vinicius de MoraesChega de saudade” replicada en la guitarra celestial de Joao Gilberto, exprime las penas presentes en las almas cariocas, y suena en “Saudade de Bahía” también en la voz de Jobim resonando hasta en el eco de la de Paulinho Moska, fresca y sutil; y la desgarradora “Sodade” de Cesaria Evora.

Manuel de Melos, el escritor portugués, la definió como “bem que se padece e mal que se gosta” (bien que se padece y mal que se disfruta). Ramón Piñeiro, desde una perspectiva filosófica, dice que la saudade proviene de la soledad. El mineiro Mario Palmeiro en cambio, elige cantar en “Saudades” que para entender su significado, solo basta con enamorarse para perder después el amor.



La saudade vendría a ser ese “mientras tanto”, ese “quizás”, es el tiempo en suspenso de un cursor que titila y no deja clickear en el “send”. Es el tiempo de reposo de un saquito de té, que con dudosa temperatura aguarda a que con la borra se disipen los tristes pensamientos, es ese signo de interrogación que en realidad pretendemos no develar.

Eso pareciera haber pensado Lucas Santa Ana, cuando de la mano de Francisco Ortiz en la dramaturgia, sacó del proscenio y trajo a escena nuevamente (la obra estuvo ya en cartelera en el 2014) en primerísimo plano las historias de Germán y Sergio; vecinos y amigos de la infancia que tras reencontrarse terminarán por encontrarse a sí mismos.

Con una escenografía minimalista, la historia sostiene el argumento gestáltico de que “el todo suma más que las partes”, y con ajustadas actuaciones del elenco (se destacan la de Gabriel Gavila en el papel de Sergio y María Lía Bagnoli, en el papel de Elvira su madre) el hilo argumental se sostiene oscilando entre flashbacks que rompen la cronología de un tiempo que se retrotraerá para volver a empezar.
En la reunión de Sergio y de Germán, la historia de Horacio y Nazareno sus padres; como quien calca un dibujo, dejará traslucir que la historia, en palabras de Eduardo Galeano: “solo se repite como penitencia a quienes son incapaces de escucharla”.
A partir de los recuerdos que les quedan, será la hora de reconstruir la historia de sus padres, para entender la suya y dejarse atravesar por los recuerdos y la angustia.
Mientras tanto, la saudade.



Ficha técnica:
Actores: Gabriel Gavila (Germán), Patricio Witis (Horacio), Facundo Martín (Sergio), María Lía Bagnoli (Elvira), Agustín Aguirre (Nazareno), Pilar Abentín (Ana)
Realización de Escenografía y Vestuario: Mariana Petrini
Diseño de iluminación: Soledad Ianni
Asistente de iluminación: Carolina Rabenstein
Música Original: Coiffeur
Diseño de maquillaje: Paula Delguy
Diseño de peinados: Ramiro Sorrequieta
Fotografías: Kenny Lemes
Diseño Gráfico: Leandro Kolera
Prensa: Correydile
Asistente de Dirección: Lucas Sánchez
Dramaturgia: Lucas Santa Ana y Francisco Ortiz
Dirección: Lucas Santa Ana
Viernes, 20.30 hs: El Estepario Teatro: Medrano 484


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