miércoles, 6 de mayo de 2015

Mentira la verdad: un siglo de Orson Welles

Hace 100 años nacía Orson Welles, el genio detrás de "Citizen Kane". Enemistado con Hollywood después del fracaso de su ópera prima, cumpliría hoy un siglo de rebeldía, contradicciones y una vida entera cultivando el misticismo.
Como un rockstar con caprichos de prima donna, luchaba contra la mediocridad hollywoodense, buscando distinguirse entre tantos directores, que parecían ser cortados por la misma tijera. 

"Todo en mí es una contradicción, al igual que en cualquier otra persona. Estamos hechos de oposiciones, vivimos entre dos polos. Hay un filisteo y un esteta en cada uno de nosotros, un asesino y un santo. Los polos no se reconcilian. Simplemente se reconocen". 

En el intento  de alejarse de algún imaginario punto medio aristotélico y de las historias comunes, sostenía que: "Una película nunca es realmente buena, a menos que la cámara sea un ojo en la cabeza de un poeta".
En 1938, trasmitió en forma de radioteatro la lectura de la novela: "La guerra de los mundos" de H.G.Wells, intercalando boletines informativos que despistaron a quienes acostumbrados a escuchar los clásicos que leía Welles al aire (como el "Drácula" de Stoker, o las "20 mil leguas de viaje submarino" de Verne) sucumbieron al pánico y la desesperación. 

La transmisión de la novela de Wells, con el drama acompasado en los cortes al vaivén de "La cumparsita" y "Polvo de estrellas" (desde la concepción de Welles la transmisión del programa se realizaba desde el Hotel Meridian, y la música era interpretada por su orquesta), fue seleccionada específicamente por ser 30 de octubre: la víspera de Halloween; y, más allá de notificar a la audiencia al principio de su programa, de que lo transmitido era parte de una ficción, las crónicas del día siguiente decían que el horror causado por el radioteatro de Welles había generado embotellamientos, accidentes de tránsito, avalanchas humanas, agolpamientos frente a comisarías, hospitales e iglesias, además de suicidios, abortos e infartos.

La anécdota, sirvió como objeto de estudio de la comunidad científica norteamericana, por la reacción provocada por el público: ¿constituían los oyentes del programa una masa de estúpidos, o los medios de comunicación podían alcanzar tal grado de manipulación de la información?

Planteado el interrogante, la autora se reserva la que cree es su respuesta, e invita a pensar:  ¿qué hubiera pasado hoy si el desembarco de marcianos se hubiese transmitido desde las redes sociales, o desde un canal opositor o desde un canal oficial? 

Mientras tanto, pueden compartir aquí el audio de la genial transmisión de Welles, que 77 años después, nos interpela y moviliza a la reflexión: 


2 comentarios:

  1. Excelente nota sobre un genio indiscutible y sus "infinitas contradicciones". Invita a la reflexión sobre oyentes/espectadores cándidos y la manipulación de los medios llevando cada cual las aguas hacia su propio molino. Felicitaciones Martina, beso! Luigi

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  2. Gracias Luigi! Como siempre, es lindo saber que genté como tú me lee. Un beso!

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