miércoles, 9 de julio de 2014

La Familia de Ukeleles y los primos lejanos

La Familia de Ukeleles con la participación de musicales primos lejanos, presentaron su nuevo y primerizo disco en el “triciclo” que brindaron en el Café Vinilo durante tres fríos viernes de junio. A continuación la intimidad de tres noches inundadas de swing, sonidos hawaianos y boleros de esos que arrancan lagrimones.


El ukelele es ese instrumento chiquito de cuatro cuerdas oriundo de Hawai, Tahití, la Polinesia y la Isla de Pascua, de sonido dulce, ameno. Es una especie de cajita musical de cuatro cuerdas en la que se puede transportar el arrullo de la brisa de mar.

La Familia de Ukeleles compuesta por Matías L. Martinelli (ukelele, autoharp, banjo y voz), Melisa Muñiz (ukelele, trompeta y voz), Diego Pozzi (ukelele, guitarra resofónica y voz), Damián Manfredi (contrabajo), Martín Capdeville (percusión), Juan Abraham (ukelele, voz y accesorios) y  Adrián Capresi (ukelele, banjo y voz); tomó sus mejores sonidos y los hizo canción. Suenan entonces entre su repertorio clásicos del swing de los años 50´ y 60´ como "These Boots are made for walking" de Lee Hazlewood, que interpretaba Nancy Sinatra (incluida en su último disco homónimo), "Ma Betty Boop a moi" del grupo francés Opa Tsupa y sonidos hawaianos en "Hapa-Haole Hula Girl"  de Sonny Cunha.


Con la participación de musicales primos lejanos, presentaron tres fríos viernes de junio, su nuevo y primerizo disco en el “triciclo” que brindaron en el Café Vinilo, un espacio cultural  en Palermo, que cuenta como tesoros con una selección variopinta de LP´s  para elegir mientras uno se toma alguna bebida espirituosa. Invitaron para esta ocasión al hermano Adrián Reboratti, que obró magia desde los vientos (saxofón, flauta traversa, melódica) a los primos lejanos del campo en la noche folk (Marina Domínguez: arpa y Juan Pablo de Mendonca: acordeón), a los de la costa en la velada Hawai & Love (Rosario Baeza: violín y Matías Lourenço: quenas) y a los del barrio en la noche de swing (Rosario Ruete y Juan Villafañe: sesión de tap, Federico Correa Louzao: tuba, Lautaro Schachman: trombón y Gisela Kinki Orlandini: Trompeta) en tres noches que si pudieran exprimirse derramarían  melodías almibaradas, aunque como contaran  solo tengan una canción de amor: "Eres fea" (tema 8 de su último disco).
Luego del lanzamiento de su primer disco en La Trastienda en abril, fueron tres las noches de este junio que recién se despide, en las que la Familia se agrandó para durante un tiempo largo seguir sonando en la rocola imaginaria de nuestras vidas. Y es que se hace difícil no llevarse las melodías prendidas como en un ojal interior. El colorido atuendo y los sonidos marinos que "Fideo" (Martìn Capdeville) improvisó con una caja de sal, bolsas plásticas de esas que volaban en Belleza Americana, y hasta hojas de palma trasladaron la sala de Palermo a las playas de un Hawai que de golpe se hizo cercano.
Entre las mesitas dieron comienzo a las veladas y con las luces bajas y a capella abrieron el telón de la noche con “ Plenty More”, una canción del álbum "The inevitable" de Squirrel Nut Zippers , tema que no está incluido en el disco, pero que se adelantaron a regalar anticipándose a los pedidos de bonus track que llegarían con los últimos temas.  Así dieron comienzo a los shows, con la gente chasqueando los dedos para acompañar el ritmo sin alterar la armonía reinante.
"Train" llegaría para mostrar el primer corte del disco de autoría propia y también, con el sello de la Familia, "Paparulo" con la interpretación de Martín Capdeville que se metió al público en el bolsillo desde el primer minuto. Mel Muñiz llevó el vintage a las noches y con la voz seductora tornó la ciudad color sepia, entonando "I fall to pieces", una canción de Hank Cochran y Harlan Howard que interpretaba Patsy Cline  y que cuenta la historia de una chica triste que se derrumba cada vez que ve a quien supiera ser su enamorado porque actúa como si nada hubiese pasado entre ellos.
Como si sorpresas faltaran, se sumarían "Only the lonely" de Roy Orbison en una interpretación magistral de Matías Martinelli, y "Everyday" de Buddy Holly, para que todos suspiren con las campanitas que el xilofón sabe imitar.
El romance no sobra en el cancionero ukelelico pero abundan las historias dignas de culebrones mexicanos. El derroche pasional llegó con la piel de gallina cuando Mel Muñiz interpretó "Nosotros" un bolero de esos tristes compuesto por el cubano Pedro Junco que cuenta la historia de un amante enfermo que decide para no contagiar a su amada dejarla ir.  "Nosotros" no está incluida en el disco, pero es otro de los clásicos  infaltables, que no pudieron dejar de cantar ninguna de las noches.

"No es falta de cariño, te quiero con el alma. Te juro que te adoro y en nombre de este amor y por tu bien te digo adiós", reza. La canción terminó y en esa nota divinamente larga que Mel sostuvo, todos corearon el adiós aunque faltara mucho para despedirse.

 Habrá mucha más Familia de Ukeleles, por suerte para rato. 




Próximos shows:

Se presentarán el 09 de julio a las 21.00 en Sheldon -Honduras 4969, Palermo-

Fb: https://www.facebook.com/familiadeukeleles?fref=ts

El artículo ha sido publicado en la Revista Alrededores: http://www.alrededoresweb.com.ar/2014/07/la-familia-de-ukeleles-y-los-primos.html 

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