domingo, 30 de marzo de 2014

Abre Buenos Aires



“(…) Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que les guste a otras personas. Es un amor así, celoso. Cuando yo he estado fuera del país, por ejemplo en los Estados Unidos, y alguien dijo de visitar América del Sur, le he incitado a conocer Colombia, por ejemplo, o le recomiendo Montevideo. Buenos Aires, no. Es una ciudad demasiado gris, demasiado grande, triste les digo, pero eso lo hago porque me parece que los otros no tienen derecho de que les guste (…)”


Fragmentos extraídos del libro “Borges, sus días y su tiempo” de María E. Vázquez. Javier Vergara, Editor, 1984


Cuando era chica amaba viajar mirando por la ventanilla del colectivo la parte de arriba del camino, como si por algún truco de magia con una tijera imaginaria lo pudiera cortar a la mitad. Me quedaba entonces contemplando durante todo el trayecto los edificios  que parecían abrazarse a  las nubes, los balcones floridos, las ventanas entreabiertas,  bicicletas que pendían de hilos, carteles que el viento despegaba; intentando musicalizarlo con los llamadores de ángeles que la brisa suele interpretar.
Galería Güemes
Todo empezó cuando era muy pequeña, y como si estuviera ahora sentada en un diván, debo reconocer que la culpa es de mis padres. Por esos misterios de la vida, y debutando en su rol, creyeron que para esta niña molesta que no dormía nunca de noche no habría solución más efectiva, que la de salir a pasear. Me pasé entonces algún tiempo largo sin dormir, como la insomne de un Seattle más acá, disfrutando el anochecer de días agitados (para ellos), mientras más despierta que nunca contemplaba la noche porteña en todo su esplendor con la cabecita apuntando a ese gigante que se me hacía el mundo.


Palacio Barolo
Dicen que dicen, y hay un largo debate detrás de ello; que la capacidad de recordar: aquella de procesar la información a través del lenguaje,  se adquiere aproximadamente a los 3 años de edad. Hay otros que reaccionarios sostienen, que los primeros recuerdos los traemos incluso desde el útero, desde la semana número 6 de gestación.
Cualquiera sea la edad en que los recuerdos se comienzan a atesorar como lo hiciera un tal Funes después del síndrome de Diógenes, admito que desde muy pequeña me pierdo cuesta arriba adivinando como en un dibujo el punto límite donde los edificios parecen decir adiós; y, aunque algunas cosas hayan cambiado para mí, (como la de la necesidad de salir a pasear para dormirme); hay otras que se mantienen intactas. Aún me pierdo en la ciudad y muchas veces equivoco las coordenadas, porque conservo la mitad más linda y olvido la aburrida del rompecabezas; esa que le sirve a la mayoría de los mortales y que incluye aquello que denominan números, alturas, nombres de calles, y demás convenciones.
Como adivinándome, los carteles del “48H OPEN HOUSE BSAS” preguntan desafiantes: “¿Nunca sentiste curiosidad por entrar en la casa de otro?”.
El concepto de “Open House” se inició en el año 1992 en la ciudad de Londres. La idea de un festival de arquitectura, de un “fin de semana de puertas abiertas” recorrió Nueva York, Dublin, Tel Aviv, Jerusalem, Helsinsky, Melbourne, Galway, Barcelona, Slovenia, Brisbane, Chicago, Roma, Lisboa, Perth, Adelaide, Thessaloniki, Limerick, y desembarca ahora en la primera ciudad latinoamericana del programa.
Así, con más de 60 edificios que conforman parte del patrimonio público y que el resto del año permanecen a puertas cerradas, es una excelente oportunidad para descifrar la otra mitad de aquello que transitamos adivinando.
Barrio Parque Los Andes
Entre la oferta variopinta del circuito porteño, conviven el Modernismo del Palacio Barolo (1923, primer rascacielos porteño inspirado en la Divina Comedia dantesca) y de la ex Cervecería Munich (hoy Dirección de Museos de la Ciudad y sede del Museo del Humor) en la Costanera Sur; con edificios que enarbolan la bohemia de un Buenos Aires que otrora emulara el estilo francés; como el Edificio Bencich (1927) situado en Diagonal Norte, que cuenta por su posición estratégica y por dos cúpulas conectadas por una terraza, con una de las visiones más privilegiadas de la ciudad. También es posible camuflarse entre el anecdotario porteño y acceder  por ejemplo a la Galería y Mirador Güemes (diseñada por el mismo arquitecto italiano que diseñara “El Molino”: Francisco Gianotti), ejemplo de los escaparates porteños del Art Nouveau, escenario de la leyenda de “la nena fantasma” musitada por Borges y adjudicada a  Saint-Exupéry.
Las opciones tradicionales del Open ofrecen entre otras, a la Biblioteca Nacional (1962), la Legislatura Porteña (1926) y el Colegio Nacional Buenos Aires (1908) que continúa en la línea del sueño parisino que despertó en la Manzana de Las Luces. Vanguardistas se emplazan los edificios de “Cement gardens” (2008) con sus jardines verticales diseñados en metal, “Dos casas Conde” (2012) y el “Taller de Rosa Skific” (2007) al abrigo de la ciudad como muestras de las nuevas formas de hacer arquitectura; porque entre los objetivos de CoHabitar Urbano, Organización sin fines de lucro que organiza el evento, se destaca como principal, el de ampliar la mirada y las perspectivas de quienes transitamos la ciudad cotidianamente; en un intento por reivindicar el vínculo que tenemos con el medio en el que vivimos.
La propuesta, como si fuera poco, incluye la posibilidad de hacer los tours en bicicleta en recorridos especialmente diseñados para disfrutar una visión particular: desde el Kavanagh al Teatro Colón, y el Parque Los Andes entre otros 3 tours posibles; y el“Open Foto” “Open Muro”: dos alternativas para acercarse a la ciudad desde la fotografía y el arte urbano que descansa en las paredes de la comunidad.
En la ciudad de Buenos Aires, Open House nos invita entonces a redescubrir cada rincón, desde el más cotidiano hasta aquel más recóndito que admiramos desde lo bajo alguna vez, desde la ventanilla de un  colectivo quizá.
INFO: 
Web Open House Buenos Aires/ www.48hopenhousebuenosaires.org (Todo sobre la 2da edición del Open House Ba 2014).
Twitter/ @openhousebsas
Mail/ info@48hopenhousebuenosaires.org

Publicada en: http://cracnotas.com.ar/abre-buenos-aires/

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