viernes, 24 de octubre de 2014

Mr. Morgan´s Last Love: no siempre se vuelve al primer amor

Bajo la dirección de la alemana Sandra Nettelbeck, llega a la cartelera la historia del señor Mathew Morgan: un anciano adorable que, en la piel de Sir Michael Caine, quiere seguir enamorado.

En “El Amor en tiempos del cólera”, la novela de Gabriel García Márquez, Florentino Ariza conoce a Fermina cuando le entrega una carta a su padre, Don Lorenzo Daza. La ve por primera vez cuando le está enseñando a su tía a leer, y nunca más, ni aún en los momentos lujuriosos en los que persigue el olvido en los brazos de otras miles de amantes, consigue enterrar a ése, su primer amor.



Desde las siete de la mañana, Florentino se sentaba solo en el parque pretendiendo leer un libro solo para verla pasar a su regreso de la escuela. Se decidió a escribirle la primera carta donde confesaba su amor, seguida de una serie de serenatas con las que obtendría triunfal la promesa, de que Fermina se casaría con él si no la obligaba a comer berenjenas. Sin embargo, porque no hay boleros sin páginas tristes, alcanzó con la punta de los dedos al amor de Fermina Daza pero sólo después de 53 años, 7 meses y 11 días con sus noches, cuando ya estaban en una edad en la que no podían dar rienda suelta a sus pasiones. Aún así Florentino regresó al primer amor.

En la misma sintonía, Mathew Morgan (Michael Caine), un profesor norteamericano de filosofía jubilado que vive en París y se niega a hablar francés, encuentra en un bus a Pauline (Clemence Poésy), y con ella la posibilidad de ocupar el tiempo que le anda sobrando y que cree ya no va a necesitar. Con la muerte de su esposa, lo que le sobra es el tiempo, que se le llena de preguntas que tienen como única respuesta la de su soledad.

Cuando a Mathew ya la barba le crece demasiado, cuando las visitas al cementerio no alcanzan, cuando lo piensa de mil maneras pero el banco de la plaza que con su esposa habían hecho suyos sigue vacío, cuando pensaba que había dado todo lo que tenía para dar, un poco de caos en su vida parece ser lo que pueda darle sentido.

Pauline traerá el caos entre clases de chachachá, cenas románticas y el desafío de averiguar por qué seguir viviendo. El sentido de la vida para Mathew, en los brazos amistosos de Pauline, devendrá en el recuerdo de ese primer amor, que renacerá para él en sus cabellos rubios, en esa banca que ahora comparten, en el tiempo que ya no le sobra.

La historia sigue su acompasada cadencia, tramo a tramo, con los detalles que la hacen adorable, a pesar de que el desarrollo de los acontecimientos se de a cuentagotas. La banda sonora de Hans Zimmer (ganador del Oscar por la banda sonora del “Rey León”, musicalizador de “Inception”, “Sherlok Holmes” y “Rain man”, entre muchos otros filmes por los que ha sido premiado), y el carisma insoslayable del increíble Caine, sostienen la película que con el desacertado vuelco final en el guión se ha convertido en un triste desperdicio.

La aparición de los hijos del señor Morgan (Gillian Anderson y Justin Kirk) en escena convertirá este retorno al primer amor en un imposible, con un final de culebrón previsible y aburrido, que decepciona. Es difícil no preguntarse por qué el hilo conductor se bifurcó y en lugar de continuar con la historia de este amor, Nettelbeck optó por evadir las preguntas hondamente existenciales de los protagonistas, que hacían de esta historia una interesante. En cambio, pareciera haberse propuesto tornarla, aunque aburrida, una certeza: no siempre se vuelve al primer amor.


Ficha técnica:
Mr. Morgan’s Last Love (Alemania, 2013)
Duración: 115 min
Dirección y guión: Sandra Nettelbeck
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Michael Bertl
Reparto: Michael Caine, Gillian Anderson, Clémence Poésy, Justin Kirk, Jane Alexander, Richard Hope, Anne Alvaro

Reseña publicada en "El Acople" : http://www.elacople.com/wp/index.php/2014/10/23/mr-morgans-last-love-no-siempre-se-vuelve-al-primer-amor/

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